EDITORIAL
EDITORIAL
El potencial de nuestra Universidad es inmenso. Cuenta la misma con el mayor número de estudiantes, tanto en el nivel de grado como de postgrado. Tiene la cobertura geográfica mayor de cualquier universidad dominicana, con diecinueve establecimientos desplegados al nivel nacional, con lo cual hace posible que, sin abandonar el entorno familiar o laboral, jóvenes dominicanos puedan realizar su propósito de obtener una formación universitaria.
Son esos miles de estudiantes capaces de descollar en lo que se propongan realizar en sus áreas de formación, como lo demuestran los ganadores de los tres primeros lugares del Festival Minuto de Agua, que ya ha llevado a cabo su segunda edición.
Expresar literaria y visualmente la importancia de un recurso como el agua en sesenta segundos no es una tarea fácil. Llegar a ocupar los primeros lugares entre 31 propuestas hechas llegar al jurado de estos premios implica mucho.
En primer lugar, para satisfacer las exigencias de un jurado compuesto por profesionales de áreas como cultura, técnica y docente, debe hacerse un trabajo que cumpla con la concepción y realización adecuadas.
Por otro lado, acomodar en un minuto un argumento que exprese con coherencia el mensaje que se quiere llevar al país y al mundo constituye un gran reto.
Tampoco es sencillo lograr las imágenes, la narración y los sonidos que satisfagan las expectativas de los receptores de estos cortometrajes.
Tres uasdianos se alzaron con los primeros premios del Festival del Minuto, con el tema del agua, recurso finito indispensable para la vida de todas las especies vegetales y animales, dado por hecho por muchas poblaciones que cuentan con él, pero motivo de grandes conflictos en regiones donde escasea.
Para la Universidad, y para todo el país, este hecho demuestra una vez más que los recursos humanos formados por la UASD tienen las bases para desarrollar carreras exitosas y contribuir con la humanidad desde cualquier campo ocupacional en que les toque desempeñarse.
Cabe una gran felicitaciones a los triunfadores y a los organizadores del festival, que de seguro dará nuevos ganadores a la UASD en su próxima edición.
Cada año, la llegada del Día del Maestro y la Maestra nos permite dedicar unos momentos a pensar en el papel que los buenos maestros que hemos tenido en la vida han hecho por nosotros.
Como por arte de magia, nos remontamos a esos primeros maestros y maestras que nos enseñaron las primeras letras y a vivir en sociedad. Los vemos como padres y madres, con quienes el primer día ni queríamos quedarnos, pero al cabo de un tiempo nos hacían levantarnos un sábado temprano dispuestos para ir a clases, teniendo nuestros padres que convencernos de que ese día no había clases. En muchos casos estas intenciones se acompañaban de llantos y pataleos.
Luego, la admiración creciente por los que con vocación y conocimientos nos fueron mostrando el mundo, y más que todo, estimulándonos a descubrirlo. De ahí que a los años, repetimos con gusto que “no hay quien iguale a fulano o a fulana impartiendo tal o cual asignatura”. Marcaron nuestras vidas.
De ellos tenemos vocabularios, gestos y sentimientos que nos transmitieron sin gran esfuerzo, solo actuando como plenos docentes, como formadores de futuros hombres y mujeres. Despertaron en nosotros vocaciones, nos dieron las herramientas para seguir ampliando nuestros horizontes. En fin, quedaron en nuestras mentes como estampas imborrables que los hacen reproducirse en cada uno de sus alumnos.
Llegados a la pubertad, vino en muchos casos la movilidad para ir a estudiar a otro lugar, o para emprender una carrera técnica o universitaria, queriendo encontrar en cada maestro nuevo ese dejado atrás que nos motivó tanto, que nos guío en el bello laberinto del aprendizaje. Y volvimos a dejarnos guiar, a dejarnos motivar por maestros y maestras con quienes las jornadas de clases se superaron por una convivencia enriquecedora que llegó a establecer amistades para toda la vida.
Respeto, admiración, cariño, provoca un buen maestro o una buena maestra. Ya de adultos, los recordamos y los veneramos por lo que han hecho por nosotros y por muchos más que son testimonio vivo de sus esfuerzos por contribuir a la construcción de una cada vez mejor sociedad.
Cada quien tiene su maestra o maestro preferido, y en su día, cada uno evoca con nostalgia ese tiempo pasado, al dar gracias a las y los que han optado por dedicar su vida a la noble profesión de enseñar.
Vaya nuestro reconocimiento a cada maestro y maestra, en este día dedicado a su honra.
El término Academia se origina en Grecia a partir del héroe mitológico Akademos, que contaba con una casa con jardín, un parque y un gimnasio al nordeste de Atenas, terrenos que fueron adquiridos por el conocido filósofo Platón en el año 384 a.C con el propósito de impartir ciencias naturales, dialéctica y matemáticas.
Una Academia es una sociedad científica, literaria o artística establecida con autoridad pública. En la actualidad, la academia es un establecimiento docente de carácter profesional, artístico, técnico o práctico.
La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) es una Academia en el más amplio sentido de la palabra y solo hay que echar un vistazo a las actividades que se recogen en cualquier número del periódico El Universitario para convencerse de lo dicho.
Con nueve facultades, más de 50 escuelas y vicerrectorías dedicadas a los asuntos docentes, administrativos, de investigación y postgrado y extensión, la Universidad desempeña sus funciones académicas a través de la habilitación formal de sus estudiantes para ejercer carreras profesionales, como a través de las crecientes actividades de investigación que realiza, y una labor extensionista que abarca todo el país.
Por un lado, se informa de los avances de la Universidad en materia de tecnología de información y comunicación, aspectos fundamentales para la marcha adecuada de la vida moderna, mientras se informa de la publicación de los resultados de investigaciones científicas realizadas en aspectos de vital importancia para la nación.
Se reporta la celebración en el país de reuniones importantes del sistema centroamericano y del Caribe en que participan 21 universidades públicas de la región, esto en el plano internacional. Mientras tanto, se recogen actividades que demuestran la visión global de la Universidad, interesada en llevar la educación superior a todo el territorio dominicano, que se expresan en dos investidura Investiduras de grado y postgrado en dos centros regionales, en las que reciben sus diplomas cientos de estudiantes.
Al tiempo que se cuenta la celebración por los 61 años de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, se presenta un trabajo sobre las gestas históricas que aseguraron la independencia nacional.
La cultura, el deporte y el reconocimiento a la labor académica de hombres y mujeres que han dedicado su vida a la enseñanza forman parte de las actividades diarias de la Universidad, que no se limitan a la impartición de clases teóricas y al trabajo en los talleres y laboratorios como parte de la currícula de las carreras impartidas.
Muestras suficientes son las anteriores para afirmar que la UASD es una verdadera Academia.
Con la celebración en la República Dominicana de la CIX Sesión Ordinaria del Consejo Superior Universitario de Centroamérica y el Caribe (CSUCA), que reunió a rectores y representantes estudiantiles de las universidades miembros de la Confederación Univer-sitaria Centroamericana, concluyó la gestión del doctor Iván Grullón Fernández, rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), como presidente del organismo de cooperación universitaria. A la misma asistieron los rectores de 21 de las universidades que componen el conglomerado.
Durante el año de la presidencia del rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el CSUCA realizó importantes aportes en el camino de procurar una colaboración efectiva entre las universidades públicas de la región que lo componen.
Así, se avanzaron importantes iniciativas de la organización con el propósito de incidir en las agendas políticas de los presidentes y jefes de Estado de la región en apoyo a la educación superior.
Se adelantó en el programa de movilidad académica que pretende lograr un número de 40,000 participantes en los próximos años, ejecutándose 47 proyectos, con la participación de 17 universidades del CSUCA y un total de 190 participantes. También se creó y se aprobó el programa de movilidad académica conocido como CA-8.
Igualmente, se avanzó firmemente en este año en lo referente al establecimiento de un canal educativo y cultural de televisión que beneficie a las academias participantes.
Sobresaliente es el trabajo sobre reducción de riesgos a desastres y cambio climático, así como el avance de los trabajos para la creación de una Escuela Regional de Políticas Públicas del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), con sede en Guatemala, que contará con el apoyo de apoyo de la República de Corea.
Para coronar el final de su gestiócomo presidente del CSUCA, en la asamblea celebrada en Santo Domingo se aprobó la incorporación como miembro del CSUCA de la Universidad Nacional de Ciencias Forestales (UNACIFOR), de Honduras.
En la presidencia del CSUCA, podemos decir con orgullo: Misión Cumplida.
La Docencia, Investigación y Extensión, misiones fundamentales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), se complementan para que la Primada de América haya mantenido un sitial destacado entre las universidades del continente a través de los casi quinientos años de su existencia.
En campos como la Medicina, Ciencias Naturales y Agronomía, la Universidad ha hecho aportes basados en sus investigaciones, que han contribuido a la solución de problemas prácticos de la sociedad dominicana. De igual forma, áreas como las Humanidades han producido frutos fecundos en materia de investigación en sus campos de competencia.
El IX Congreso de la Biodiversidad Caribeña tuvo lugar a principios de este año, con la regularidad de su organización trienal, que se ha mantenido invariable por casi treinta años y que le ha ganado un merecido prestigio que hace que investigadores e instituciones académicas de América Latina y otras latitudes reserven su tiempo y sus trabajos para presentarlos en el mismo.
Científicos de más de treinta países concurrieron a la República Dominicana para debatir en torno a diversos aspectos de la biodiversidad caribeña que conciernen a la comunidad internacional, por el valor estratégico de la subregión para la supervivencia del planeta. El lema del congreso de “Reducir el impacto del cambio climático sobre la biodiversidad caribeña –sustento de nuestros pueblos y sus culturas” enmarcó muy bien los trabajos presentados.
Merecida fue la dedicatoria del encuentro a los científicos doctor Janis Arnold Roze, estadounidense nacido en Estonia; y al doctor Juan Arturo Rivero, puertorriqueño, ya fallecido. Ambos fueron homenajeados por sus innumerables aportes a la investigación, tratamiento y protección de los recursos naturales y a la biodiversidad.
A pesar de las carencias económicas de la UASD, son más de cien los proyectos de investigación que se encuentran en ejecución, cada vez más aparecen publicados en journals científicos indexados los trabajos de los investigadores de la Academia y se muestran con orgullo los trabajos de investigadores e investigadoras de la Academia en los Anuarios de Investigaciones Científicas publicados.
Sigamos apostando al fortalecimiento de las capacidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, para con ello elevar aún más su reconocimiento y su aporte de soluciones originales al país.
En la definición de su visión se consigna que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) pretende ser creadora de conocimientos científicos y nuevas tecnologías. Esto, a la par de sus dos otras tareas fundamentales, la docencia y la extensión.
Factores como la falta de recursos y la concentración de sus esfuerzos en actividades docentistas para atender una población de más de doscientos mil estudiantes localizados en diecinueve ubicaciones del territorio nacional han hecho que la labor de investigación no alcance el lugar que debería ocupar en una academia como la nuestra.
A pesar de lo anterior, con la creación del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt), establecido por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt) a partir del año 2005, ha llegado a ser la Universidad la institución que mayor número de proyectos de investigación logra aprobación, por encima de las demás universidades, e incluso por encima de instituciones gubernamentales dedicadas expresamente a la investigación. Así, un 70 por ciento de las investigaciones desarrolladas en la academia cuentan con el apoyo y financiamiento del Fondocyt.
Notable es también la vinculación de investigadores e investigadoras de la Universidad a proyectos de investigación llevados a cabo con el apoyo o en colaboración con organismos nacionales e internacionales, y principalmente, universidades extranjeras con las que se completan cada año trabajos de investigación.
Las áreas de investigación abarcan no solo las ciencias naturales, sino que las ingenierías, las humanidades, la medicina, la educación, la economía, el derecho y las artes hacen aportes que han permitido ya la celebración de quince jornadas de investigación científica, celebrada la última a finales del año pasado. En estas, no solamente se presentan los trabajos realizados durante el año por los investigadoras e investigadores de la UASD, sino que se acogen en los espacios de la Primada de América los trabajos realizados por universidades hermanas de la República Dominicana y de entidades académicas internacionales.
Otra actividad reciente vinculada a la investigación fue la organización por la UASD e instituciones aliadas del IX Congreso sobre la Biodiversidad Caribeña, que por casi treinta años y con frecuencia trienal se ha venido realizando en el país. En este año se contó con la presencia de representantes de 35 países, 242 conferencias, incluyendo 4 conferencias magistrales, 7 simposios, tres talleres y varias decenas de posters o carteles, en una clara demostración del compromiso de la Universidad con la investigación.
Un renglón de la investigación aplicada que como ente público realiza la Academia está contenido en las innumerables trabajos de tesis realizados por nuestros estudiantes, que guiados por sus docentes dan respuestas concretas a necesidades planteadas por organizaciones sociales públicas y no gubernamentales. Tal es el caso de los ayuntamientos y asociaciones de desarrollo que procuran el apoyo universitario para el diseño arquitectónico de obras o para la formulación de planes de desarrollo urbanístico.
Tenemos el reto de pasar de la invención a la certificación de los trabajos científicos a través de la gestión de patentes, a lo que sin dudas ayudará la designación de este año como “Año del Fomento del Desarrollo Tecnológico, la Innovación y el Emprendimiento”.
Uno se trata de un hecho histórico de gran trascendencia que contribuyó a marcar el origen de lo que somos hoy como nación. El nueve de marzo del año 1817, hará pronto doscientos años, vio la luz por primera vez el hijo de Narciso Sánchez y María Olaya del Rosario. Nació ese día Francisco del Rosario Sánchez del Rosario.
Ese niño, llamado a jugar un papel trascendental en el establecimiento de la República Dominicana, con poco menos de 27 años, representa, junto a sus compañeros de la Sociedad Secreta La Trinitaria, un símbolo de arrojo y patriotismo que debe inspirar a las generaciones que heredamos el gentilicio que nos distingue.
Honremos de manera especial la memoria de Francisco Sánchez del Rosario, conmemoremos cada día del año su bicentenario, emulando su ejemplo de patriota. Divulguemos los detalles de su vida, que lo consagran como prócer y mártir, habiendo sido fusilado en 1861 a raíz de su firme decisión de impedir el retroceso en la marcha iniciada para hacer de la República Dominicana una nación libre e independiente.
Otro hecho de relevancia que hay que celebrar lo constituye la decisión del honorable Consejo Universitario de designar en nuestra universidad el año 2017 como el Año del Fomento del Desarrollo Tecnológico, la Innovación y el Emprendimiento.
Este hecho constituye un reconocimiento a la importancia que el tema tiene para el futuro de la República Dominicana y representa un espaldarazo a las personas y dependencias universitarias que desde hace años han estado abogando porque se creen las condiciones para que desde la Academia se tomen acciones que promuevan la creación de un ambiente donde florezcan acciones concretas de emprendimiento.
La Universidad tiene por naturaleza promover el desarrollo tecnológico y la innovación. Es buena la ocasión para impregnar con estos enfoques todas las actividades que realiza la Primada de América.
Hagámoslos ejes transversales. Se puede desde la docencia, aún más en lo que tiene que ver con la segunda función propia de la Academia, que es la investigación. El registro de patentes a partir de innovaciones generadas por los actores universitarios debe enfatizarse, como igualmente, hay que prestar atención a la difusión de los avances tecnológicos que se recogen en cientos de trabajos de tesis y cursos monográficos.
Aunemos esfuerzos para que desde dos áreas tan distintas, pero fundamentales para asegurar nuestra supervivencia como nación, podamos seguir marchando en procura de un mejor futuro.
Marchemos sin olvidar los sacrificios de los fundadores de la República y los principios rectores que nos legaron. Impulsemos el país hacia mayores niveles de capacidad y desarrollo, para asegurar mejores condiciones de vida para todas y todos los dominicanos.