EDITORIAL


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EDITORIAL (53)

Lunes, 11 Enero 2016 15:06

CADA QUIEN PUEDE APORTAR PARA UNA MEJOR UASD

El funcionamiento de una institución universitaria es altamente complejo. Para garantizar la docencia que lleve a los estudiantes a la obtención de un diploma de educación superior, son miles los procesos que tienen que llevarse a cabo, de manera coordinada. Desde los llamados de admisión, el registro, la coordinación académica de miles de profesores y espacios, hasta la dotación de los materiales y equipos necesarios para el desarrollo de las actividades de enseñanza-aprendizaje, para todo se requiere de una administración eficiente.

En el caso de la UASD, que es un ente público; tiene más de 200 mil estudiantes, mayormente pobres; tiene 19 recintos distribuidos a nivel nacional, las complejidades de funcionamiento se acrecientan. Se depende de fondos públicos, nada abundantes, ya que aunque por ley hay establecido un porcentaje para financiar la educación pública universitaria, eso ha sido letra muerta y ningún gobierno la ha cumplido.

Se plantea entonces la necesidad de asegurar que los que desarrollen sus actividades en el seno de la institución educativa actúen en perfecta consonancia. Autoridades, docentes, servidores administrativos y estudiantes deben hacer bien lo que les corresponde. Tienen que hacerlo cumpliendo cada uno con su responsabilidad particular y contribuyendo a que los demás hagan bien lo suyo. Administrar bien lo recibido, para que se destine a lo que corresponde y alcance lo más posible es responsabilidad de todos los sectores involucrados, pero principalmente las autoridades administrativas que representan a la gerencia universitaria.

En eso pueden muy bien ayudar los demás segmentos, haciendo un buen uso de los recursos recibidos y velando por su correcta aplicación. Los empleados administrativos pueden muy bien contribuir con solo hacer sus tareas con eficiencia y dedicación, cumpliendo sus horarios, sirviendo de apoyo a los demás sectores y asegurándose de dar a cambio de su salario un servicio que justifique el pago recibido.

Son los docentes quienes tienen la responsabilidad de planificar y llevar a cabo una labor de enseñanza que verdaderamente contribuya a la formación de sus estudiantes, cumpliendo con sus compromisos de horario, de impartición de docencia y de evaluación de los aprendizajes. Actualizarse, motivar el espíritu investigador de los alumnos, mantenerse actualizado, ejercer la democracia, son atributos que deben adornar a un maestro o maestra

. Si el estudiante exige, hay que dar le. Si el estudiante se conforma con que le den poco, ya sea en forma de conocimiento o de dedicación de tiempo, la formación obtenida será mediocre. Si se conforma con lo que Freire llamó educación bancaria, no habrá profesionalización. Alegrarse por que se fue la luz y se suspende la clase, porque el profesor no llegó o se suspendió la docencia emite malas señales. Participar, opinar, asistir, exigir, estudiar, cooperar, corresponde al estudiante que quiere contribuir al funcionamiento apropiado de la academia.

Sin embargo, al margen de lo que puedan hacer los actores internos, el Gobierno Dominicano está en el deber de cumplir con la obligación de aportar los recursos y la supervisión para que la Universidad Autónoma de Santo Domingo pueda formar adecuadamente a los miles de estudiantes que cursan carreras en ella, en el cumplimiento de su función de “formar críticamente profesionales, investigadores y técnicos en las ciencias, las humanidades y las artes, necesarias y eficientes para coadyuvar a las transformaciones que demanda el desarrollo nacional sostenible, así como difundir los ideales de la cultura de paz, progreso, justicia social, equidad de género y respeto a los derechos humanos, a fin de contribuir a la formación de una conciencia colectiva basada en valores”.

Domingo, 01 Noviembre 2015 14:12

ONCE MIL EN UN AÑO, ¡ESO ES MUCHO!

Posiblemente, en lugar de la página 5, debería estar en portada, pero es que la UASD ya está acostumbrada a cosechar los frutos de su trabajo sin estridencias. Por eso, reportar que al finalizar el 2015 la Universidad habrá graduado más de once mil dominicanas y dominicanos en un año no parece información que deba ocupar titulares de primera plana.

Qué gran orgullo produce, sin embargo, poder informar a la ciudadanía, al gobierno, al sector productivo nacional, a las organizaciones no gubernamentales, a los gobiernos e instituciones internacionales que la apoyan, que 9,341 egresados al nivel del grado han logrado su sueño de obtener una profesión universitaria, gracias a que existe la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que sin distingos los recibió en sus aulas, dedicó sus mejores recursos humanos y materiales para darles la oportunidad de sus vidas, que repre senta, no solamente un logro personal, sino también, familiar y en muchos casos comunitario.

Los más de once mil egresados de la UASD en este año incluyen 1,692 profesionales que a través de programas de especialidad y de maestría han podido elevar su grado profesional en procura de ofrecer un servicio de mayor nivel en sus respectivas profesiones, de continuar actualizándose en sus quehaceres y preparándose para asumir nuevas responsabilidades en los campos de la docencia o del desempeño técnico-científico, tan necesarios para nuestro país.

La Universidad cumple plenamente con su misión de hacer la educación superior asequible a todos los sectores de la sociedad dominicana, ya que a través de sus instalaciones en la capital del país, como a través de sus recintos, centros y subcentros diseminados a través de toda la geografía nacional, permite a hi jos de este pueblo realizar una carrera universitaria sin abandonar el lar nativo y las responsabilidades laborales y familiares.

A pesar de sus limitaciones económicas y de otras índoles, la Universidad del Pueblo, como bien la llaman quienes se han nutrido directa o indirectamente de sus mieles, como Madre Nutricia de los sectores menos favorecidos de la nación, seguirá ofreciendo sus pródigos frutos a esta tierra, para garantizar los recursos humanos que demanda un desarrollo social y económico con auténtica democracia social y económica.

El gobierno y el pueblo de la República Dominicana sabrán valorar en su justa dimensión los aportes extraordinarios de esta Academia, Primada de América, que en sus 477 años de existencia, sigue siendo la más importante institución de educación superior con que cuentan, y que en consecuencia, deberán ofrecerle el respaldo necesario para hacerla cada vez más excelente.

Jueves, 01 Octubre 2015 14:11

EN EL SEPTUAGÉSIMO SÉPTIMO AÑO DE SU CUARTO SIGLO

Aunque nacida antes, la Universidad Autónoma de Santo Domingo es hija del Estado Dominicano. Su cambio a la condición de laica le dio una dependencia gubernamental. Las subsecuentes modificaciones constitucionales y legislativas la han hecho el instrumento de formación de recursos humanos al nivel superior con el que el Estado ha tenido, hasta hace un tiempo, el único compromiso legal. Recientemente, ese compromiso se ha extendido a unas cuantas instituciones de educación superior, manteniendo la UASD cerca del 90% de la matrícula estudiantil de las academias de educación superior estatales.

Al arribar al septuagésimo séptimo año de su cuarto centenario, la Universidad se encuentra en plena madurez, con una producción de más de doce mil egresados de grado y postgrado al año, nueve facultades, con 48 escuelas y más de 100 carreras, con cerca de 200 mil estudiantes que acuden a 19 recintos dispersos por toda la geografía nacional. Sin embargo, este aniversario, oscuros nubarrones se ciernen sobre ella. Con un débil apoyo presupuestario de la fuente que por ley debe sustentarla, la institución se ve limitada en el cumplimiento de sus tareas.

No puede desarrollar infraestructuras básicas para su desempe ño, como aulas, laboratorios y talleres que les son imprescindibles para asegurar una formación adecuada a sus estudiantes; sin contar con los recursos para renovar instalaciones que ofrecen servicios tan vitales como los bibliotecarios o los asignados a su plataforma tecnológica; imposibilitada de aumentar su número de docentes y al mismo tiempo reducir la carga académica que llevan, en detrimento de la calidad académica, la Academia subsiste en medio de precariedades. Al mismo tiempo, interpretaciones interesadas de sectores públicos y privados, políticos y comerciales, amenazan con reducir, a través de modificaciones legislativas, las prerrogativas y atribuciones que por años ha cumplido la Universidad con eficiencia. Ahora se trata de la propuesta de Ley para el Examen Único de Competencias para el Ejercicio de la Medicina, pero mañana, nadie sabe qué se agregará.

En el campo de la educación básica y media, los embates para reducir las prerrogativas de la Academia en la formación de docentes es motivo de preocupación y lucha. Las actividades celebradas como parte de este mes aniversario de la Universidad han abarcado un amplio abanico, con participación de actores nacionales e internacionales, que po nen en alto relieve lo que la Universidad es y hace.

Congresos, simposios, exposiciones, ciclos de cine, seminarios, conferencias, encuentros, presentaciones artísticas, actos de investidura e intercambios deportivos forman parte de una larga lista que llenó con atractivos cada día del calendario en este octubre, que además ha coronado las conmemoraciones del cincuentenario de la Gesta de Abril de 1965 que durante todo el año ha llevado a cabo la Universidad, un hecho patriótico al que la Universidad debe su fisonomía actual, producto del Movimiento Renovador Universitario surgido a partir del mismo.

La Universidad se mantendrá dando los más abundantes y capaces frutos de la educación superior dominicana, como lo ha hecho en estos 477 años, en los cuales ha suplido la mayoría de los profesionales que hoy dirigen el país, tanto en el ámbito público como privado; continuará representando el baluarte más genuino en la defensa de los intereses nacionales; seguirá siendo la institución de formación profesional con la más variada oferta curricular, y sobre todo, seguirá siendo el medio de acceso por excelencia de los sectores más humildes de la población dominicana a la formación universitaria y principal puerta de movilidad social de la nación.

Martes, 01 Septiembre 2015 15:42

“El primo travieso”

Durante mi infancia tuve mucha cercanía con mis primos y primas, tanto maternos como paternos. Por lo general los muchachos son traviesos; pero donde llegaba Francis, uno de mis primos, se paraban las aguas. Fueron tantas sus ocurrencias, que hablar de ellas se llevaría incontables párrafos de esta sección.

Martes, 01 Septiembre 2015 15:38

LA MÁS AMPLIA OFERTA ACADÉMICA

Desde sus inicios, hace casi 477 años, la Universidad de Santo Domingo, establecida mediante la Bula Papal del Papa Paulo III, ha ofrecido carreras que responden a necesidades de su época de inicio o que corresponden a las necesidades futuras a sus fechas de establecimiento.

Sábado, 15 Agosto 2015 14:02

LOS NECESITAMOS, NUEVOS MAESTROS Y MAESTRAS

La inversión millonaria, que en muchos casos ha incluido monedas extranjeras, ha hecho el Estado Dominicano para elevar la formación académica de miles de dominicanos y dominicanas en universidades nacionales y extranjeras persigue, entre otras cosas, preparar a los y las docentes que puedan aportar sus conocimientos al nivel superior, ya sea en la formación de estudiantes del grado, como de aspirantes a niveles de maestría y doctorado. Las universidades dominicanas enfrentan cada año la realidad de que una gran cantidad de sus docentes se acoge al retiro, luego de haber servido al país desde las aulas. Otros, lamentablemente, mueren y dejan espacios difíciles de cubrir.

Por otro lado, habiendo cumplido con el requisito de que los y las docentes universitarios tengan el nivel mínimo de maestría, hay que seguir empujando hacia niveles superiores, de tal manera que se asegure localmente la formación de los maestros y doctores que se requieren para el desarrollo del país en las distintas áreas.

Nunca antes había la Universidad convocado a concursos externos para una cantidad de más de 800 asignaturas, como lo ha hecho ahora. En la publicación de convocatoria se encuentran asignaturas de las más variadas cátedras y carreras, tanto para ofrecerse en la Sede Central de la UASD como en sus recintos, centros y subcentros regionales.

Un propósito especial de esta convocatoria es conseguir que profesores y profesoras residentes en las provincias y regiones donde se encuentran ubicados los establecimientos de educación superior que tiene la Universidad esparcidos por todo el país, ingresen a la UASD y permitan una mayor estabilidad en el ofrecimiento de las asignaturas básicas y muchas asignaturas especializadas que constituyen parte de la oferta académica de esos recintos.

Se persigue que cada vez más se impartan en los recintos, centros y subcentros clases regulares durante los primeros días de la semana, ofreciendo la oportunidad de completar carreras en un menor tiempo y el óptimo aprovechamiento de los locales, edificios y recursos humanos, con que se cuenta.

Para mayor efectividad en el proceso de reclutamiento, se estrena un recién revisado Reglamento de Selección e Ingreso del Personal Docente, que hace más transparentes los requerimientos para el ingreso a la carrera académica y que descontinúa la norma de exigir gran experiencia y resultados abundantes de investigación a recién graduados de maestría y doctorado, que apenas han definido su disposición por integrarse a la tarea de enseñar al nivel universitario.

Las y los buscados para incorporarse al Registro de Elegibles de docentes de la Universidad tienen ahora la gran oportunidad de desarrollar una carrera de muchas satisfacciones, como es la magisterial. Sean bienvenidas y bienvenidos.

Sábado, 01 Agosto 2015 21:25

LA INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURA FÍSICA DE LA UASD

El 17 de agosto de 1947 se inauguraron las instalaciones de la Ciudad Universitaria, ubicada en la capital de la república, para un puñado de estudiantes que no sobrepasaba los 400. Hoy son cerca de 100 mil los estudiantes que ocupan ese espacio. Fue iniciativa del Rector Julio Ortega Frier gestionar, a principios de la década de 1940, la Ciudad Universitaria. El inicio de la construcción se hizo con un superávit de 500 mil pesos oro del presupuesto del año 1943.