EDITORIAL
EDITORIAL
A punto de iniciar un nuevo semestre académico, vale la pena repasar algunos mitos que aún siguen siendo parte del pensamiento popular en amplios sectores de la población y que se utilizan como armas para combatir a la más vieja universidad del continente. Junto a eso, resulta conveniente advertir sobre amenazas que se ciernen sobre la Universidad y ante las cuales se precisa actuar oportunamente.
La Universidad es una. Así deberíamos ser todos los sectores e individuos que la componemos. En la Universidad hay cerca de doscientas mil personas, nueve facultades, cincuenta y dos escuelas, diecinueve recintos diseminados por todas las regiones, institutos, laboratorios, campos de práctica, y es una. Todos y todas las que formamos parte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo necesitamos una institución fuerte, cohesionada, efectiva, académica, progresista.
Pese a sus limitaciones económicas, que no siempre permiten realizar las inversiones requeridas para desarrollar y mantener sus infraestructuras en las mejores condiciones, la Sede Central de la UASD y los recintos que han sido dotados en los últimos años con nuevas edificaciones, han permitido que la Universidad reafirme su fortaleza como asiento ideal para la celebración de actividades académicas y científicas.
Hasta mediados del mes, no llegaron, simplemente no llegaron. En tiempos anteriores, el arribo del quinto mes del año implicaba asegurar el envase en que se recogerían las aguas del primer aguacero del mes.
En las aulas, en los laboratorios, en los talleres, en las áreas deportivas, en sus recintos y centros regionales, en las calles de su campus central, la UASD vive llena de manifestaciones del pensamiento más avanzado que se expresa en la nación. Son decenas de actividades las que tienen lugar cada día en los espacios de la Primada de América. Centenares de profesores y profesoras se afanan diariamente por cumplir las tareas que permiten dotar al país de los profesionales que necesita, incluyendo algunos para la exportación.
Los meses transcurridos, los campanazos, los apóstoles, las unidades que forman la docena. En el catorce ya se completan doce meses que han permitido a la Universidad Autónoma de Santo Domingo celebrar en octubre sus cuatrocientos setenta y seis años de existencia. Con este número, son doce las ediciones del periódico El Universitario que se han publicado en este año, que por mucho tiempo no había logrado una regularidad igual.
La UASD es el país. Recoge en sus linderos las más variadas expresiones del quehacer académico nacional. Cumple con sus funciones de docencia, investigación y extensión, aunque en todas, puede y tiene que mejorar. Son diversas las manifestaciones del cumplimiento de sus funciones que se expresan consuetudinariamente en la UASD.