EDITORIAL


SEAMOS UNO

Miércoles, 01 Julio 2015 14:30 Visto 3398 veces

PUBLICADO POR :

Super User

PERIODISTA

Sitio Web: www.jaunpere.com

La Universidad es una. Así deberíamos ser todos los sectores e individuos que la componemos. En la Universidad hay cerca de doscientas mil personas, nueve facultades, cincuenta y dos escuelas, diecinueve recintos diseminados por todas las regiones, institutos, laboratorios, campos de práctica, y es una. Todos y todas las que formamos parte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo necesitamos una institución fuerte, cohesionada, efectiva, académica, progresista.

 

Todos abogamos porque sea un lugar de trabajo y estudio que nos garantice la estabilidad necesaria para desarrollar nuestras potencialidades y nos asegure un desarrollo personal y familiar adecuado. Siendo así, todos los sectores que inciden en la vida universitaria deberían velar por lo mejor para ella. De nada vale que propaguemos a los cuatro vientos nuestro amor por la Universidad, sin en el día a día no hacemos lo mejor para asegurar su permanencia. Cuando un estudiante incumple con su principal obligación, que es la de estudiar, no lo está haciendo bien.

Si su conducta frente a compañeros estudiantes y profesores no es la adecuada, no le hace bien a la Academia. Actuar con indiferencia frente a acciones dañinas a las instalaciones de aulas o laboratorios, o simplemente contra el orden y limpieza que requiere un ambiente académico, no es contribuir a una mejor universidad.

Desde la posición de empleados o servidores administrativos, quienes tienen a la Universidad como su fuente de sustento, malgastar el tiempo de trabajo, cometer inasistencias, no servir con la debida atención a los usuarios, es evidencia de no ser uno con la Universidad.

Si el docente no planifica sus clases debidamente, si no asiste con regularidad, si no se mantiene actualizado y comparte democráticamente el conocimiento con sus estudiantes, si no evalúa adecuadamente, no está contribuyendo a la unidad necesaria para producir la cohesión obligatoria que una universidad pública, abierta y democrática requiere para avanzar.

Tampoco se avanza en el fortalecimiento de la unidad universitaria si los múltiples grupos estudiantiles, profesorales y de empleados que hacen vida en la universidad solo piensan en sus intereses particulares, o más bien, se centran en la defensa de unos y en el combate a los otros, porque simplemente no comparten las mismas ideas.

Seamos uno y trabajemos empujando en la misma dirección para lograr que, además de ser primada, la UASD sea primera. En este año del Relanzamiento Institucional, como bien dice el Señor Rector, si cada uno de los que formamos parte de la Universidad hace lo que tiene que hacer, la Universidad se relanza sola.

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