SIN SABER DE LETRAS


INTENSO DOLOR INOLVIDABLE

Lunes, 16 Enero 2017 12:49 Visto 1930 veces

Sin dudas, la memoria de los niños es uno de los lugares más seguro para guardar recuerdos y ocurrencias, sin pretender contradecir a los expertos en conducta humana, los psicólogos o la Neurociencia, esta última un área del conocimiento desarrollada más reciente.

Sólo pretendo rememorar, de mi época de niño, uno de los dolores más intensos que haya presenciado. Ocurrió una tarde-noche, al ver llegar a mi padre del trabajo, más temprano que la hora de costumbre y quien llegara con un fuerte dolor de muela.

Al principio, estuvo todo dentro de lo normal, hasta que después de estar ya casi dormido, mi mamá me envió junto a mi hermano a buscar a mi tío Lion, hermano de papi y a padrino Chilo, hermano de ella, para que ayudaran a buscar la manera de calmar el intenso dolor de mi padre. Ambos eran vecinos cercanos.

Esa noche vi a papi retorcerse del dolor, mientras era sujetado por uno de mis tíos y otro vecino amigo que también había acudido en ayuda, mientras mami colocaba todo tipo de alicientes curativos en el causante de la infausta molestia.

No recuerdo cómo fue que lograron apaciguarle, pero lo que nunca podré olvidar es aquel dolor intenso que mostró mi padre.

Muchas veces señalamos que no hubiese sucedido con tal intensidad si, en aquellos tiempos, hubiesen existido los avances tecnológicos de hoy en día, ya que –en ese entonces– hasta para llevar a una persona al médico, debían hacerse malabares para no fracasar en el intento, más aún si era en horas de la noche.

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