SIN SABER DE LETRAS


PERO... ¿HAY PROPINA?

Lunes, 18 Julio 2016 19:18 Visto 1801 veces

Una memorable experiencia de aquellos días de la pre-adolescencia la viví junto a unos ve­cinos que visitamos dentro del Parque Mirador Sur un lugar llamado, en aquel momento, Lago Enriquillo, con la intención de alquilar un bote y pasar una tarde increíble.

Luego de hacer la colecta para el pago del paseo, surgió la pregunta del millón: ¿quién re­maría? En ocasiones anteriores eso no era pro­blema porque siempre nos acompañaba uno de nuestros padres, u otro adulto.

Cerca de nosotros, un señor alto, esbelto de tez mulata, con gafas, se ofrecía como guía a las personas que así acordaban con él para el oficio de remar. Nuestra poca experiencia y la precoz actitud de una de las niñas que nos acompañaba le invitó a remar para nosotros, a lo que recibimos como respuesta la siguiente interrogante: ¿Pero... Hay propina?

—¡Que propina ni propina, usted se monta­rá gratis en el bote, venga a remar! Fueron las palabras de la niña.

Al ver aquel individuo que no había posibi­lidad de lograr propina, se marchó dejándonos con la gran incógnita de quién remaría. Gracias a la actitud de aquel señor y el gran espíritu de la juventud, aquella tarde, bajo mucho sacrifi­cio, mi hermano y yo aprendimos a remar; sin embargo lo más importante aprendido fue que muchas veces queremos depender de otros pa­ra hacer las cosas, cuando realmente somos ca­paces de hacer lo que nos propongamos.

Lo último de Roberto Tejada

Deja un comentario

Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.