EDITORIAL
EDITORIAL
Hay hombres y mujeres a quienes, sin importar que tengan o no títulos académicos, se les antepone uno muy especial, Maestro o Maestra. Jesús y Ghandi son ejemplos universales. A nivel nacional, la designación brota sin dificultad ante apellidos y nombres como Hostos, Bosch, Pedro Henríquez Ureña.
La UASD es el país. Recoge en sus linderos las más variadas expresiones del quehacer académico nacional. Cumple con sus funciones de docencia, investigación y extensión, aunque en todas, puede y tiene que mejorar.
No existe la menor duda de que la Universidad Autónoma de Santo Domingo recibirá un mejor presupuesto para el año 2015. Las reacciones de todos los sectores opinantes indican que hay el convencimiento nacional de que la Universidad requiere de más apoyo económico para atender a la mayor población estudiantil universitaria de la República Dominicana.
Luego de la Independencia Nacional y producto de un cuadro de inestabilidad en el orden económico, político y social en la incipiente República Dominicana, los nacionalistas tuvieron que defender, con sus armas y con sus vidas, la ratificación de que éramos una patria libre e independiente.
Las universidades, como instancias educativas, tienen el compromiso perentorio de formar profesionales de alta cualificación, con capacidad de afrontar con éxito los múltiples retos de una sociedad en constante cambio.
La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), extendió hasta el viernes 4 de octubre el plazo para que los estudiantes que han cursado todas sus asignaturas, realicen los procedimientos de rigor para graduarse en la investidura ordinaria del 28 de octubre, fecha en que la academia celebra su 475 aniversario.
En las aulas, en los laboratorios, en los talleres, en las áreas deportivas, en sus recintos y centros regionales, en las calles de su campus central, la UASD vive llena de manifestaciones del pensamiento más avanzado que se expresa en la nación.
Al examinar las complejidades del proceso de expansión de Europa en América, delineado a finales del siglo XV por el viaje iniciático de Cristóbal Colón, el poeta Neruda concluyó que los conquistadores, en su afán desmedido por riquezas: Se llevaron todo y nos dejaron todo, nos dejaron las palabras. Nada más cierto, pues en la musicalidad de nuestro idioma se perciben préstamos forzosos del habla nativa y, como afirmara René Depestre, del río muscular de África, también se aprecia este legado en las aulas conventuales de las diferentes órdenes religiosas que pisaron suelo americano.
Se trata de una histórica iniciativa contenida en la Declaratoria Interinstitucional República Dominicana, firmada por autoridades de la UASD, Salud Pública, la OPS, el Colegio Médico Dominicano, la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición y el
El evento, de carácter internacional, llama la atención sobre profundas desigualdades sanitarias no sólo en el país sino también en la región del Caribe y Améric