La presión social exige a las instituciones de educación superior proveer acceso, equidad, calidad, pertinencia, responsabilidad social y vinculación con el sector productivo, aspectos en los que llena su cometido la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

La universidad del presente siglo no solo debe investigar, ya que la Ciencia funge como ente integrador únicamente cuando es conecta con las necesidades de la sociedad, y cuando busca generar bienestar colectivo.

Precisamente, eso procura la amplia batería de investigaciones que desarrollan los hombres y mujeres de ciencia de la academia estatal, que impregnados por una mística genuina ponen de manifiesto el compromiso social que han asumido.

En materia de acceso, la Primada de América cumple al pie de la letra el principio constitucional de que la educación superior debe ser abierta y plural; muestra de ello son los 24,540 nuevos estudiantes que ingresaron en el presente semestre académico.

Mientras avanza el último semestre del año, se hacen presentes las acciones que se desarrollan para mejorar la calidad de los profesionales que egresan, en vista de que esta es una condición indispensable para contribuir al desarrollo sostenible de la Republica Dominicana.

La formación de profesionales altamente capacitados en materia científica y tecnológica es un compromiso y a la vez un reto de la Universidad, que próximamente podrá operar sus laboratorios de alta tecnología, espina dorsal de ese propósito.

Esos laboratorios, dotados con equipos de última generación, permitirán la creación de carreras vinculadas al área de la tecnología, en donde, de acuerdo a estadísticas, el país registra un significativo déficit.

Estos laboratorios tecnológicos, en cuya instalación se invirtieron unos 110 millones de dólares, garantizan profesionales y técnicos con un alto nivel científico en: estudios de suelo, robótica, mecatrónica, mecánica de fluidos y otras áreas del conocimiento.

Esos son parte de los componentes de la plataforma de relanzamiento de la docencia que se registra en la presente gestión, que tiene otros importantes proyectos para colocar a la academia en el sitial que se merece, tanto en el plano local como internacional.

La dimensión internacional es un elemento intrínseco de la calidad de cualquier universidad, por lo que la academia estatal hace especial hincapié en fortalecer el proceso de relaciones con sus homólogas extranjeras.

Las medidas desarrolladas y las que forman parte de los planes para lo que resta de gestión, ponen de manifiesto la visión de que la calidad de la docencia no es opcional, sino, más bien, algo imperioso y sustancial.

Edición:
Segunda Quincena de Agosto 2014