Ese movimiento armado, cuyo fin era derrocar la dictadura de Fulgencio Batista y que estuvo encabezado por Fidel Castro Ruz, junto a un grupo de valientes y decididos jóvenes (hombres y mujeres), trascendió las fronteras patrias y constituyó el preámbulo de la Revolución Cubana.
Durante el acto de recordación del memorable hecho, Alfonso Torres, quien preside la Comité de Solidaridad con Cuba, destacó ese trascendental acontecimiento en la historia, el cual marcó el inicio de un proceso revolucionario presente hasta hoy.
“Conmemoramos con júbilo el hecho de que Cuba no se rindió y los Estados Unidos, después de un férreo bloqueo de 54 años, tuvo que reconocer que había cometido un grave error”, expresó.
Finalmente, Torres señaló que esa proeza confirma que “cuando se quiere se puede” y muestra como Cuba, siendo un país pequeño, pobre y agredido; mostró firmeza y decoro y dio una gran lección al mundo de que se puede luchar por la soberanía de nuestros pueblos, sobre todo con la unidad.
De su lado, el Encargado de Negocios de la Embajada de Cuba en la República Dominicana, Hugoberto Fornari, dijo que la sangre derramada por los jóvenes que participaron en esa histórica gesta posibilitó que las nuevas generaciones hayan tomado conciencia sobre la importancia de la revolución.
“Nosotros en este momento, al conmemorar el 62 aniversario de esa gesta nos sentimos honrados y comprometidos a continuar la obra de los grandes, como nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, inspirador de aquellas acciones”, puntualizó.
Estuvieron presentes en la actividad, además de los mencionados, el licenciado Víctor Ángel Puello, asistente del maestro Rafael Nino Fèliz, vicerrector de Extensión de la UASD; Iván Rodríguez, del Comité de Solidaridad con Cuba.
Sobre el Asalto al Moncada
El Cuartel Moncada era en el año 1953 la segunda fortaleza militar de Santiago de Cuba. Estaba ocupado por unos mil hombres y su lejanía de La Habana dificultaba el envío de ayuda al Ejército Oriental. Adquirió relevancia cuando fue asaltado por un grupo de 135 guerrilleros opositores a la dictadura de Fulgencio Batista.
El asalto histórico, acaecido el 26 de julio de 1953, resultó fallido y la dictadura reaccionó con una brutal represión: decretó el estado de sitio en Santiago de Cuba y la suspensión de las garantías constitucionales en todo el territorio nacional; clausuró el periódico «Noticias de Hoy», órgano del Partido Socialista Popular, y aplicó la censura a la prensa y la radio de todo ese país caribeño.
Además, Batista ordenó asesinar a diez revolucionarios por cada soldado muerto en combate. Pocos combatientes que pudieron escapar. Pero este hecho, que costó tanta sangre al pueblo cubano, constituyó el comienzo de la Revolución Cubana, que provocó la caída del régimen del dictador Fulgencio Batista y la llegada al poder del líder del Ejército Guerrillero, Fidel Castro Ruz.