La academia estatal en Barahona afirmó que la importancia del afluente es de singular importancia para la región porque se trata de una zona de equilibrio en términos hidrológicos para la zona y cuyo espacio de agua ha reducido en más de un 90%.
De acuerdo con el experto Rafael Matos Féliz del Centro de la UASD aquí en Barahona, la acción que permitiría un rescate del más importante espacio natural de agua dulce de República Dominicana debe dirigirse en tres direcciones: 1. Identificación de su marco hidrológico; 2. Reubicar a campesinos que han ocupado la zona de amortiguamiento y 3. Parar la desforestación en la zona montañosa de Polo y Cabral.
Señaló que el primer elemento tiene mucho que ver con la sostenibilidad de la laguna, en lo relativo a su entrada desde el río Yaque del Sur, ya que existe un canal en la zona de Mena, Tamayo, para sostenimiento hidrológico hacia la laguna desde el Yaque.
“El río Yaque del Sur ha disminuido su caudal, pero como universidad planteamos trabajar en el tren, es decir, en la zona del dique de contención del río que vacía agua hacia la laguna El Rincón, para que sea manejado y trabajado para garantizar, sin importar el caudal que tenga, para que siempre pueda enviarle a la laguna”, expuso.
La segunda propuesta que formula esta unidad académica para el rescate de la Laguna de Cabral es reubicar a agricultores que han ocupado las áreas de amortiguamiento que corresponde a la laguna en la parte norte.
El profesor Matos Féliz, experto en medio ambiente y recursos naturales, precisó que la presencia de los campesinos en la zona de amortiguamiento ha dado como resultado que haya sido “arrasada” toda su vegetación para dar paso a la siembra de cultivos agrícolas.
“Y, para ello, necesitan los agricultores del agua que viene por el mismo canal que la transporta a la laguna, extrayéndola ellos con bombas y el poco líquido que debe ir hasta ella la llevan a sus parcelas para irrigar sus sembradíos”, explicó.
Manifestó que se trata de una agricultura que no está regularizada por el sector agropecuario oficial y, por lo tanto, el profesor de biología de la primera extensión universitaria creada por la Primada de América fuera de su sede central hace 50 años, plantea que debe resolverse ese elemento que impacta negativamente la laguna.
Afirmó que se debe eliminar la actividad agrícola en la zona de amortiguamiento en los cerros de El Peñón y Cristóbal, ya que esa parte debe ser protegida como “área hidrológica” de la laguna.
Un tercer elemento negativo para el principal cuerpo de agua dulce del país, es el proceso progresivo de deforestación existente entre los municipios de Polo y Cabral, una situación que debe ser atendida de inmediato por las autoridades de Medio Ambiente.
“La zona alta de Polo, que tiene que ver con la Sierra de Bahoruco envía constantemente a través del subsuelo las aguas que caen en las montañas, haciendo que Cabral sea uno de los lugares del país con mayor cantidad de riachuelos, pero las aguas proveniente desde Polo van a la laguna y le dan, también, sostenimiento hidrológico”, dijo el experto de la UASD.
Afirmó que la deforestación progresiva que se está produciendo en esa zona ha diezmado la producción de agua de esta zona, por lo tanto, “los ataques a la laguna se dan por todos los lados” y debe enfrentarse con carácter para logar salvar ese importante espacio de la naturaleza.
Afirmó que, “sí garantizamos la continuidad de la reforestación de la zona de Polo habrá suficiente agua subterránea hacia la laguna, lo que implicaría que los riachuelos o cachones de agua no sufrirán y, por ende, el afluente tiene la entrada del líquido garantizada”.