El acto celebrado en el paraninfo Ricardo Michel de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales lo encabezó el decano de la FCS, doctor Wilson Mejía, quien expresó que el objetivo del programa es establecer un sistema permanente de formación y certificación que garantice la prestación de servicios de calidad en prevención, el tratamiento y la rehabilitación de la drogadicción en la República Dominicana.
Dijo que se persigue además, contribuir a optimizar la calidad de atención en los servicios de prevención, tratamiento y rehabilitación del consumo de drogas y violencia, el cual es parte de dos principios básicos, que son la dependencia de estupefacientes como una enfermedad crónica y recurrente con múltiples determinantes, tanto biológicos- sicológicos como sociales, que debe ser abordada y tratada como un problema de salud pública.
Agregó que al igual que otras enfermedades crónicas, la oferta de tratamiento debe ser diversificada para ajustarla en lo posible al perfil de los pacientes, basada en la determinación previa de sus necesidades de atención.
Mejía informó que se trabaja en la preparación de un marco regulatorio, (los protocolos y mecanismos) que permitirán la adecuada certificación y re-certificación de los recursos humanos que se vayan formando a lo largo del tiempo.
De su lado, el director del Consejo Nacional de Drogas, doctor Fidias Aristy, agradeció a la academia estatal por su solidaria acogida y a la OEA por escogerlos para este desafío, tras resaltar que constituye un compromiso bastante exigente hacia la búsqueda de políticas públicas que combatan el flagelo de la droga y su ineludible secuela que es la violencia.
Mientras que la representante de la OEA en el país, doctora Aracelis Azuara, argumentó que República Dominicana no es la única demarcación de la región que presenta problemas de drogas, según datos del informe sobre ese problema en las Américas, presentado en Guatemala en el 2013, por lo que entiende que el problema hay que abordarlo desde la salud pública y no desde la violencia e inseguridad.
En la actividad también estuvieron presentes profesionales del área de la Salud, profesores, empleados y estudiantes.
El programa
Esta primera fase estará dirigida a 300 profesionales de la salud, técnicos de centros que ofrecen asistencia en drogodependencia en diferentes provincias y barrios del país.
Estos facilitadores se dividirán en 7 grupos: cinco en Santo Domingo, uno en La Romana y otro en Santiago.
Las instituciones focalizadas fueron escogidas después que el Consejo Nacional de Drogas realizó un estudio que incluyó mapeo, diagnóstico institucional, perfiles de recursos humanos y de usuarios, cuyas ubicaciones son el Gran Santo Domingo, la región Este del país y el Cibao Central.
El contenido temático contará de tres partes, que comprenden los cursos Inicial Básico (Propedéutico), Especializado y Básico Superior.
Al finalizar, los egresados podrán conceptualizar y caracterizar la diversidad de drogas que existen en la actualidad; tener conocimiento para el manejo eficiente del tratamiento, la rehabilitación y la integración social de la persona drogodependiente e identificar los determinantes sociales, económicos y biológicos asociados a la problemática de la drogadicción.