FACULTADES
El proyecto elimina la pasantía como servicio médico social y los postulantes reprobados pueden obtener empleos en las Unidades de Atención Primaria (Unap). Es decir, que los médicos de “menos competencia” pasarían a engrosar las filas del eslabón sagrado y priorizado por el Ministerio de Salud (MSP) de la atención primaria y los médicos familiares también.
Por más de veinte años, la UASD y su Facultad de Ciencias de la Salud han impartido, una vez al año, esta evaluación escrita, que consta de 100 preguntas de medicina general y se califica con plantillas de corrección óptica. La nota del 0 al 100 es parte de un puntaje general, que sumado al expediente del aspirante a cursar una especialidad, lo ponía a competir en un certamen transparente, caracterizado por su rigurosidad.
Pero lo peor: la UASD se fue haciendo odiosa no solo porque los hijos de los notables se quemaron, sino porque el adefesio jurídico a que me refiero excluye la Universidad del Estado en su competencia para revalidar títulos de extranjeros y dominicanos procedentes del exterior. Había que pasar cuatro exámenes y nunca hubo problemas.
¿Qué pasó ahora? Que por presiones económicas de nuevos inversionistas en el sector salud y la privatización creciente de la educación superior médica y de los centros de salud, aliados a acólitos de nuevo cuño, “había que sacar del medio a la UASD”.
¿Quién ha dicho que las competencias médicas se miden con un examen? ¿Quién se atreve a decir que un exequátur se otorga por un simple examen? La cosa es más grave, pues con la componenda de más de 10 médicos en ambas cámaras, no solo se ha traicionado a la UASD, sino que la letra del mamotreto jurídico choca con tres grandes leyes: la de Seguridad Social, la Ley General de Salud y la Ley de Educación Superior. Ni el Colegio Médico ni la UASD han sido consultadas en vistas públicas.
¿De dónde ha sacado el MSP competencias para cortar la duración de una residencia sin consultar al Consejo Nacional de Residencias Médicas? ¿Cuál es el estudio de impacto que se realizó para ordenar al Mescyt y al MSP para aplicar esta ley urgente?
¿O es que las marionetas que están detrás de esto no saben que esta intentona pone en peligro la cobertura universal de salud y el carácter público de la educación? ¿O es que no se sabe que esta aventura neoliberal atenta contra quince mil médicos en formación?
¿Es que lo que no se ve es la presión de médicos extranjeros, que ejercen ilegalmente en centros muy conocidos, para obtener un exequátur express? ¿O es que no se advierte que tendremos dos tipos de médicos: los legalizados y los que saquen menos de 75 puntos en el examen y que no podrán ejercer privadamente, van para la frontera y sin chance de acceder a un programa de especialización? Pido con energía que se detenga esa puñalada corleónica contra la más vieja, más luchadora y la del hogar de los humildes: la UASD.
Llamo a cuatro egresados ilustres de la UASD: Danilo Medina, presidente de la República, y Cristina Lizardo, presidenta del Senado, y las dos últimas ex funcionarias de primera línea de la UASD, doña Ligia Amada Melo viuda Cardona y doña Altagracia Guzmán Marcelino, a que escuchen de forma democrática a una UASD que sí sabe cómo se lucha por sus derechos conculcados...