Jesús de la Rosa, Teresa Espaillat, Porfirio García Fernández y Luis Gómez Pérez, eran entonces jóvenes estudiantes que no pensaron dos veces en incorporarse al movimiento revolucionario de dominicanos conscientes que demandaban la vuelta a la constitucionalidad tras el derrocamiento del Gobierno de Juan Bosch en 1963.
En el Auditorio Manuel del Cabral, de una Biblioteca Pedro Mil llena a hasta más no poder de estudiantes de la USAD, cada uno de los héroes vivientes testimonió su rol en una Gesta Patriótica que hoy deja como legado la adquisición de conciencia cívica para que las futuras generaciones no permitan que episodios negativos contra la Patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón vuelvan a repetirse.
Se trató de un panel denominado “Testimonio de Abril”, presidido por el rector de la USAD, doctor Iván Grullón Fernández, entonces militar constitucionalista; a su lado el Vicerrector de Extensión, maestro Rafael Nino Féliz, responsable las diversas actividades que desarrolla la Primada de América en su sede central y sus 19 Recintos, Centros y Subcentros a nivel nacional, en ocasión del “50 Aniversario de la también llamada Guerra Patria”.
Les acompañaron en mesa de honor, el Secretario General, Héctor Luis Martínez, quien fungió de moderador de los cuatro panelistas y el coronel constitucionalista Sención Silverio, frente a un auditorio compuesto por decanos de facultades, funcionarios universitarios, académicos y estudiantes que escucharon la historia de los propios protagonistas.
La juventud
Todos coincidieron en la importancia de que a la juventud se les cuenten los hechos históricos contemporáneos como ocurrieron, de modo que se mantenga viva la conciencia patria y que no se repitan hechos que contribuyan a lesionar la soberanía nacional.
Durante su testimonio, el profesor Jesús de la Rosa, a la sazón oficial de la Marina de Guerra, explicó en un resumen de 18 minutos los acontecimientos desde la elección de Juan Bosch como Presidente de la República, el Golpe de Estado, la guerra civil y la revolución.
Dijo que el gran error de la izquierda dominicana fue ignorar que desde los cuarteles había soldados comprometidos con los ideales libertarios del pueblo dominicano, de ahí que la propia revolución toma por sorpresa a un sector de la clase política.
Teresa Espaillat destacó el rol de la mujer durante la revolución, el cual fue importante desde la sencillez de sumarse a cocinar para los soldados, hasta el bordado de la ropa, el trasegar informaciones a compañeros revolucionarios de un lugar a otro a riesgo de que se la fusile, y el manejo de armas y participar en combates.
El economista dominicano y pasado rector de la UASD, Porfirio García Fernández, fue uno de los héroes que resultó herido durante la revolución. Era entonces un jovencito de alrededor de 14 años de edad, quien hoy testimonia los hechos y se expresa con orgullo de aquella epopeya por la vuelta a la constitucionalidad.
De su lado, el doctor Luis Gómez Pérez, gran intelectual dominicano, académico, abogado y experto en Derecho Constitucional, habló también a la juventud sobre una gesta patriótica de la cual la población dominicana dio un ejemplo al mundo y debe sentirse orgullosa como nación.