El vicerrector de Extensión, maestro Antonio Medina Calcaño, encabezó el evento en representación de la rectora, doctora Emma Polanco Melo.
Medina Calcaño resaltó que la masacre de febrero de 1966 fue un hecho que marcó un acontecimiento de gran trascendencia histórica en las luchas por la democracia y la libertad.
Indicó que “ese día estudiantes de secundaria y de la UASD, en compañía de la población, exigían el reconocimiento de las autoridades universitarias producto del Movimiento Renovador,por un aumento del presupuesto para la academia estatal, además de la retirada de las tropas norteamericanas que mancillaron la tierra de Duarte¨.
El ametrallamiento
Los dirigentes estudiantiles colocados frente al Palacio Nacional enviaron a Romeo Llinas, quien llevaba un mensaje de la comisión de estos dirigentes que esperaban ser recibidos por el presidente provisional, Héctor García Godoy.
El estudiante Llinas, seguido por un grupo, fue cargado para subirlo en un balcón que serviría como tribuna, en donde recibió un culatazo por parte de la policía e iniciaron los disparos y el uso de bombas lacrimógenas.
Cuando todo terminó se asistieron a los heridos, mientras en el pavimento estaban los cuerpos de Miguel A. Tolentino, Luis Jiménez Mella y Antonio Santos Méndez; en cambio, Brunilda Amaral, Tony Pérez y Amelia Ricart Calventi,estaban gravemente heridos.
El día 3 de marzo muere la estudiante Ricart Calventi, agudizándose más la indignación y las protestas por parte de la población dominicana, que reclamaba el esclarecimiento de este hecho.