Polanco Melo, durante su discurso central de la actividad, resaltó el hecho de que el presente semestre académico 2018-2, acaba de iniciar con un número sin precedentes de estudiantes de nuevo ingreso, 27 mil 974, cerca de 28 mil, considerándolo una cantidad impresionante de bachilleres, con lo que se establece un nuevo récord en los casi 480 años de historia de la academia.
Agregó que ese acontecimiento no surge del azar, ni es hijo de la casualidad, sino que “estamos ante una proeza que hemos logrado desde la planeación y desde la certidumbre de que esta casa de altos estudios ya comenzó a convertirse en una Universidad pública con calidad”.
Dijo que es necesario que cada graduando cuide y valore la carrera que ha cursado, pues se trata de un tesoro del cual depende su éxito profesional, para lo cual citó un párrafo del poema Desiderata, que exhorta a “mantener el interés en tu propia carrera, por humilde que sea”.
Exhortó a los investidos a seguir cultivando nuevos éxitos para el disfrute de sus seres queridos y el bienestar de la República, al tiempo de indicar que alcanzar esas metas exige que sean ejemplos de sus vidas y en el desempeño de sus funciones.
Manifestó que la Universidad confía en que todos los graduandos contribuirán con sus talentos, competencias y trabajo creador, al desarrollo de la nación, y coadyuvarán a la construcción de una Patria cada vez más próspera en la que vivamos todos en un clima de justicia, paz y solidaridad.
En tanto, el director del Centro UASD-Hato Mayor, maestro Alejandro Moquete Jiminian, quien pronunció el discurso de bienvenida, destacó los logros del centro en favor de los diferentes sectores de esa demarcación.
Dijo que ha vinculado la Academia con empresas y con los emprendimientos, tras agregar que en ese aspecto, se impulsará la participación de los estudiantes a través de sus prácticas y pasantías en las Mipymes, contribuyendo a elevar el número de casos de éxito y de casos de estudio.
Sostuvo que el Centro Mipymes ha tenido una labor encomiable en la formación de jóvenes de la comunidad, egresados nuestros con perfil y potencial de crecimiento, convirtiéndolos en especialistas en las áreas de Asesoría Empresarial y Manejo de Procesos en la Administración Pública.
Asimismo, destacó que el centro ha dado apoyo y ha fortalecido el sector Agronegocios entendiendo que es la actividad más importante de la Provincia en términos de generación de empleos y sostenibilidad.
Informó que se han solicitado dos voluntarios de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) en el área de Producción Animal que se unirán a la voluntaria que está operando desde mayo 2018, en el área de Mercadeo de Proyectos Ecoturísticos.
En el acto se invistieron profesionales, según las facultades: En Ciencias de la Educación, 189; Ciencias Económicas y Sociales, 44; Ingeniería y Arquitectura, cuatro; en Humanidades, 2 y Ciencias, 2.
Los investidos proceden de las carreras de Lengua Moderna en inglés; en Informática; en Administración de Empresas, Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras y Contabilidad.
Asimismo, en Agrimensura; en Educación en las menciones Ciencias Sociales, Orientación Académica, Educación Inicial, Educación Básica y en la licenciatura en Educación Física.
Durante el acto de investidura, obtuvieron sus títulos 47 profesionales con lauros académicos, siendo Noelia Alarcón López, de la licenciatura en Educación Básica, la que obtuvo el mayor índice de 91.9, en la categoría Magna Cum Laude y a quien le correspondió decir las palabras de agradecimiento en nombre de sus compañeros.
Los demás laureados, fueron: Ollendy Teresa Berroa Jiménez, de Lenguas Modernas Mención Inglés, con índice de 91.8, Magna Cum Laude; Angélica María Reyes Muñoz, de Educación Inicial, 90.3, Magna Cum Laude, e Inés Astacio Moreta, de Educación Básica, igual puntuación que la anterior, MCL, entre otros.
Alarcón López, durante su discurso de agradecimiento, resaltó el hecho de que la rectora de la UASD sea la primera mujer en ocupar ese puesto, al tiempo de exhortarles a sus compañeros graduandos a que su meta sea educar a sus familias bajo los principios cristianos y valores para enfrentar la violencia, y que siempre se apeguen a la lucha por los derechos humanos, de igualdad de género, justicia social, rechazo a la dictadura, ejercicio de la libertad de expresión y pensamiento, la defensa de la vida, la libertad y la democracia.