Los actos conmemorativos de esta fatídica, que iniciaron este viernes con el izamiento de las banderas nacional y universitaria (esta última colocada a media asta en señal de duelo) fueron encabezados por el vicerrector de Extensión, maestro Rafael Nino Féliz, en representación del rector, doctor Iván Grullón Fernández.
Luego de enarbolar las banderas, las autoridades uasdianas depositaron una ofrenda floral en la tarja levantada en el Alma Máter de la Primada de América a la memoria de la dirigente estudiantil Ricart Calventi, quien fruto de las heridas recibidas ese día falleció tres semanas después, el 3 de marzo de 1966 en Texas, Estados Unidos.
Nino Féliz dijo que la UASD, a quien calificó como la institución importante con que cuenta el pueblo; ha asumido la responsabilidad histórica de mantener viva la memoria de quienes cayeron luchando por la libertad y la democracia, como esos jóvenes que fueron abatidos en esa masacre.
Asimismo, destacó la importancia de preservar a esa casa de altos estudios, por el sentido social que representa para aquellos hijos de hombres y mujeres humildes que la tienen como su esperanza para salir del estado de pobreza en que viven y alcanzar su sueño de ser profesionales.
El alto funcionario aseveró que la Universidad del Estado es la única institución dominicana que convierte al hijo de una mujer trabajadora doméstica en científico, en ingeniero, líder, militar, político; al tiempo que exhortó a la juventud a seguir el ejemplo de los mártires caídos de esa gesta histórica.
En tanto que, el licenciado Fidel Soto, uno de los sobrevivientes del hecho, expresó que esa lucha trajo como consecuencia un avance en la Primera Universidad del Nuevo Mundo, pues a partir de ahí se construyeron institutos y escuelas en esa academia, los cuales cumplen hasta la fecha con la función que demanda nuestra población.
De su lado, secretario general la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), bachiller Estarlin Martínez, exhortó a los hombres y mujeres de la República a empoderarse de los reclamos y las luchas por las conquistas que necesitan esta Universidad y el país.
Dijo también que cada profesional que salga de la UASD es un joven que se le arrebata a la delincuencia, como forma de enfrentar los grandes problemas que aquejan a la sociedad, dentro de las que citó la enajenación a que está sometida, las drogas y los embarazos a temprana edad.
En las actividades participaron, además de los mencionados, algunos miembros del Consejo Universitario, la directora del Liceo Experimental de la UASD, Amelia Ricart Calventi, maestra Jocelyn Furtuoso; así como sobrevivientes de ese nueve de febrero del 1966, ingeniero Monchy Pineda, Soterio Vásquez, Tony Peña, Juan Vargas, entre otros , así como profesores y estudiantes.