El evento, efectuado en el salón de Orientación, de la Biblioteca Pedro Mir, fue encabezado por el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FCES), maestro Antonio Ciriaco Ramírez, quien estuvo acompañado del director de la escuela, maestro Leopoldo Artiles, y la coordinadora de Trabajo Social, maestra Luisa Dicló.
Ciriaco Ramírez, al dar la bienvenida, calificó como un esfuerzo mayor el trabajo que realiza la diáspora dominicana en los Estados Unidos, al tiempo de resaltar que durante la pandemia los dominicanos representaron una parte importante en la economía del país, remesando 10 mil 400 millones de dólares.
Señaló que este es un tema bastante provocador, porque en el caso de República Dominicana, que es un país itinerante y que también recibe muchos inmigrantes, no podemos estar al margen de este tema.
En tanto, el director de Sociología, el maestro Artiles, reveló que la futura doctora en “Estudios Latinoamericanos, Caribeños y Estadounidenses”, es descendiente de padres dominicanos, y que, a través de su investigación, ha intentado extender y proyectar la dominicanidad.
“Narciza Núñez, hoy nos expone la memoria histórica de la población migrante dominicana, enfocada en el período del régimen de Trujillo. Ella nos narra cómo en la comunidad migrante dominicana persiste alguna memoria o rastro de la experiencia de esa tirania”, explicó el funcionario uasdiano.
Su exposición
De su lado, la doctoranda Núñez, durante su exposición, mostró su interés por conocer más sobre la tiranía de Trujillo, parte de la experiencia que vivió con su abuelo cuando ella era tan solo una niña.
“Cuando estaba pequeña y le preguntaba a mi abuelo quién era Trujillo, solo me miraba y rascando su cabeza decía: “bueno”, y hasta ahí llegaban nuestras conversaciones”, detalló la joven estudiante del doctorado.
Dijo que en el desarrollo de su investigación, descubrió que otros abuelos en otros países donde hubo dictaduras, tampoco hablaban con sus nietos sobre las tiranías que vivieron.
Entiende que en los últimos años la legalidad y la ciudadanía han dominado la conversación académica sobre inmigración y migraciones forzadas, dejando menos espacios para la exploración de los efectos del trauma colectivo y los impactos intergeneracionales de la emigración y el exilio.
Experiencia como estudiante en la diáspora
Manifestó que su presencia en una Universidad americana implica mucho, porque es un privilegio tener acceso a ciertos recursos, pero también entiende que forma parte de una academia que en su escencia es colonial, racista, y no fue creada para gente como ella, que viene de un barrio.
Valoró la oportunidad brindada por la UASD para exponer parte de su investigación doctoral y al mismo tiempo enfatizó sobre la falta de espacios como este, donde estudiantes dominicanos radicados en los Estados Unidos puedan tener conversaciones, compartir sus investigaciones como compañeros y no como una jerarquía, como a veces sucede.
Al conversatorio asistieron profesionales del área de Trabajo Social, al igual que maestros de sociología y alumnos de la casa de altos estudios.