Sostuvo que el uso de la lengua culta tiene un constante desafío frente a la variedad sociolectal de la lengua, en medio de la proliferación de unas redes sociales que, si bien es cierto que no han cambiado las reglas de juego por completo en el uso de idiolectos y variantes de la lengua, obligan a estudios profundos desde la perspectiva del análisis del discurso como disciplina, así como desde los estudios de la lingüística.
El profesor Roa Ogando es un escritor e investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Doctorado en Lingüística Hispánica en Atlantic Internacional University (AIU), en Estados Unidos de Norteamérica y experto en Lingüística Aplicada.
Se refirió al tema durante la conferencia: "Tendencias actuales en la investigación lingüística y literaria", actividad organizada por la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades de la UASD, en el marco del desarrollo de la "Maestría en Lingüística Aplicada a la enseñanza del español" que imparte la Academia en Puerto Plata, con una asistencia masiva de usuarios a través de la Plataforma Zoom.
“Los idiolectos corresponden a las innovaciones lingüísticas. Hay que saber que una lengua es el resultado histórico de los residuos de otras lenguas, por ejemplo cuando se estudia la historia de la lengua española, del inglés, del francés o de otras lenguas o los estudios de la lengua romance, se llega a la conclusión de que se ha evolucionado, sobre la base de innovaciones en los sociolectos”, manifestó.
Dijo que desde una perspectiva compleja, la lengua comprende los usos en forma global y lejos de que estas expresiones merezcan rechazo, hay que tomarlas en cuenta y considerarlas como objeto de estudios a partir de un fenómeno social, porque en ellas hay implicadas distintas aristas.
“Yo opino que la principal arista tiene que ver con la educación, con los niveles culturales del pueblo, no son problemas lingüísticos porque las lenguas son de naturaleza compleja, compuestas por una unidad lingüística que permite que los hablantes de un mismo idioma puedan comprenderse”.
Citó como ejemplo que: “todos hablamos un español como parte de una unidad lingüística pero hay que comprender que además de la unidad están las variedades de uso de la lengua, así como hablamos de un español nos referimos a un sociolecto estándar y a un sociolecto culto”.
Consideró que la escuela está llamada a enseñar los sociolectos estándar y los sociolectos cultos de la lengua, de ahí que el mismo término culto hay que someterlo a un escrutinio porque excluye a los sectores que no tuvieron acceso a la educación formal; es decir, aquellos que tienen conocimiento de la cultura escrita, de la historia, la ciencia, la literatura universal y la cultura general.