Durante una rueda de prensa, la directora de la referida escuela, maestra Ana Jacqueline Ureña, llamó la atención de la encargada del Gabinete de Salud, la vicepresidenta, licenciada Raquel Peña; del ministro de Salud Pública, doctor Daniel Rivera; del director del Servicio Nacional de Salud (SNS), doctor Mario Lama, y demás autoridades involucradas en ese sistema, a fin de que faciliten las condiciones que restablezcan el bienestar psicológico de la población.
Ureña expuso que “la demanda de atención de las personas en los distintos grupos etarios amerita una respuesta sostenida desde los diferentes niveles en que se ofrecen servicios de salud” y que el Ministerio de Salud Pública no puede seguir postergando la inclusión de profesionales de la psicología (general, social, comunitaria y clínica) en la estrategia de atención primaria, mediante las unidades de atención primarias (UNAPs) y los centros comunitarios de salud.
Afirmó que incorporar programas basados en la ciencia psicológica educará en salud, promoverá patrones de comportamiento saludables y prevendrá trastornos, al tiempo que exhortó al SNS a que asuma la psicología como una ciencia, aliada a la atención y recuperación del bienestar de la población, en lo psicológico y lo físico, para establecer estos servicios en toda la geografía nacional donde exista una infraestructura hospitalaria.
En su declaración, la funcionaria académica señala que la población demanda la incorporación de los servicios psicológicos en la canasta básica que ofrecen las aseguradoras de riesgos de salud (ARS) y el Servicio Nacional de Salud (SENASA) con el fin de mitigar el impacto que ha dejado la pandemia por la COVID-19, así como otros males que aquejan el bienestar psicológico de la población.
Finalmente, la maestra Ureña expresó que la ansiedad, el maltrato, el abuso infantil y a los adolescentes, la violencia en todas sus manifestaciones, la depresión, el uso de sustancias psicoactivas y de alcohol, a lo cual se suman las alteraciones psicóticas, son parte de los problemas psicológicos que se han agudizado como efecto del confinamiento que impuso la pandemia.
Durante el desarrollo del encuentro también habló la doctora Ángela Caba, quien es la actual coordinadora de la cátedra de Clínica, la cual consideró importante que el Estado asuma como una de sus políticas lidiar con los conflictos de los niños, niñas y adolescentes, a fin de reducir las demandas existentes en la actualidad en materia de salud física.
La mesa principal la encabezó el decano de la Facultad de Humanidades, maestro Augusto Bravo, quien estuvo acompañado, además de las maestras Ureña y Caba, por el doctor Larry Gómez, director del Centro Integral de Salud Mental; así como el maestro Beli Daniel Castillo, coordinador de la cátedra Social y Organizacional.