La rectora de la academia estatal expresó que Mejía Ricart se marchó de este mundo “con el sosiego y la tranquilidad del deber cumplido”.
Calificó al doctor Mejía Ricart como incansable estudioso e investigador y consagrado intelectual dominicano como miembro de la Academia de Ciencias, destacado hombre público quien ejerció las funciones de político y ciudadano ejemplar.
Polanco Melo dijo que “desempeñó delicadas y diversas funciones públicas, embajador representante en organismos internacionales y legislador al Congreso de la República”.
Planteó que la academia siente gran pesar por tan sensible e irreparable pérdida, de quien fuera un destacado miembro de la familia universitaria con una destacada trayectoria.
Mientras que, el decano de la Facultad de Humanidades, doctor Augusto Bravo, al leer la semblanza del fenecido académico destacó los importantes cargo públicos y académicos en los cuales se desempeñó el doctor Mejía Ricart, además de ser un ciudadano ejemplar, político, diplomático, así como prolífico escritor.
Su legado
Tirso Mejía Ricart, nació el 16 de junio de 1936 en Santo Domingo, casado con la maestra Ángela Caba, maestra de la escuela de psicología de la UASD.
Mejía Ricart fue un prolifero intelectual que luchó aferradamente por sus ideales para aportar a la construcción de una mejor nación, importante hombre de grandes luces por su prolífera trayectoria profesional y académica, quien se desempeñó por más de 40 como profesor universitario.
Se destacó por sus valorados conocimientos y sus estudios como doctor en medicina, psicólogo, historiador, político e intelectual y reformador.
En la Universidad alemana de Bonn, Alemania estudio Licenciatura en Filosofía y letras, doctorado Psicología y la residencia en psiquiatría. Graduado también de médico y abogado, así como diversos cursos internacionales, cabe destacar sus estudios de los idiomas alemán, inglés y francés.
Fundó la primera escuela de psicología, siendo el primer director de la misma, profesor e investigador, también ideólogo del proyecto del Gran Santo Domingo, miembro fundador del museo memorial
Durante su extensa trayectoria académica, en la cual se desempeñó como docente por más de 40 años, fue secretario general, director honorífico de dos departamentos, entre otras importantes funciones.
Fue maestro de maestros que defendió aguerridamente los derechos y autonomía de la UASD, Director del Movimiento Renovador y luchó en contra de la férrea dictadura
También ejerció como Vicerrector académico, director del Movimiento Renovador, del cual también fue su mentor. De igual modo, fue director de la comisión de la reforma universitaria de la UASD.