El director de la escuela de Ciencias Políticas de la facultad, maestro Roberto Adonis Martí, dijo las palabras de salutación a los panelistas y al público conectado vía virtual, debido a que el evento contó con el auspicio de las cátedras de Ciencias Políticas y Política Internacional de esa unidad académica.
Los panelistas Juan González, Aquiles Castro y Héctor Sucre Féliz, con una mirada desde las ciencias políticas, coincidieron en que históricamente nuestro país “ha vivido de espaldas a Haití”, por lo que entienden que es necesario crear un espacio de reflexión en torno a la crisis haitiana, “porque lo que ocurre allá impacta aquí en lo social, en lo político y en lo económico”.
Destacaron que la presente crisis que afecta a Haití tiene como elementos principales la reforma constitucional en debate, las elecciones pendientes por celebrar, las protestas sociales, la inseguridad, el pandillerismo, los secuestros, migración y la pandemia del COVID 19.
El maestro González, en tal sentido, dijo en su análisis que la fecha de conclusión del mandato presidencial de Jovenel Moise, “ha generado una grave crisis política en Haití”, por lo que los principales partidos de oposición y organizaciones de la sociedad civil reclaman que “Moise debió salir del poder el pasado 7 de febrero”.
De su lado, el maestro Sucre Feliz enfocó su análisis en los asuntos económicos de las relaciones dominico-haitianas y que producto de la actual crisis del país vecino han sido afectadas, al señalar que “el comercio entre ambas naciones se cree que es transparente, pero en la frontera es opaco”.
Señaló que Haití es el primer socio comercial de República Dominicana, por el volumen de exportación que hay entre ambos países, “pero hay un desbalance, porque hacia Haití exportamos unos 800 millones de dólares, y desde allá llegan a 30 millones de dólares”.
Mientras que el maestro Castro indicó que la crisis de Haití hay que analizarla a partir de la intervención norteamericana del siglo 19, “porque la situación actual es consecuencia de la ocupación, que fue la culminación de una serie de inestabilidades con secuela en lo económico, social, político y salud”.
También destacó las secuelas que dejó el terremoto de enero del 2012, “las cuales están tan vivas como las anteriores”, subrayó el expositor.
Precisó que la crisis actual ha sido favorecida por el flujo de aportes que hace la llamada comunidad internacional, que insiste en mantener al presidente Moise en el gobierno de Haití, lo cual no quiere decir que ese país tenga estabilidad. “Entiendo que se debe dar la oportunidad a Haití a labrar su propio destino”, afirmó.
En el panel sobre la crisis política de Haití participaron docentes y estudiantes de Ciencias Políticas y de Derecho de la UASD y otras universidades del país.