Durante un acto encabezado por el director del Recinto, maestro Manuel Antonio de la Cruz Fernández, realizado en el auditorio “Dr. Antonio Méndez” de esa unidad académica, diversas organizaciones representativas de la sociedad hicieron su llamado al presidente de la República.
El señor Leo Mercedes dijo las palabras de bienvenida del evento.
Las organizaciones estuvieron integradas por el Recinto de la Universidad estatal en la provincia sureña, la Comisión Estratégica para el Desarrollo de Barahona, la Sociedad Ecológica de la provincia (SOEBA), la Regional del Colegio Dominicanos de Ingenieros y Arquitectos (CODIA), el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), entre otras.
En la actividad se presentaron tres conferencias, a cargo de Eleuterio Martínez; Luís Carvajal, coordinador de la Comisión Ambiental de la UASD; Milton Martínez y Efrén Cuevas, del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente.
Posteriormente, presentaron un Manifiesto, leído por Julio Vargas, en el que plantearon su posición al presidente Abinader para que deje sin efecto el contrato con la Belfond Enterprise, beneficiada con la concesión de explotación de carbono de calcio por un período de 75 años, al tiempo de exponer sobre los graves peligros a los que se expone la zona al explotar ese recurso minero no metálico.
Coincidieron en señalar la necesidad de proteger la zona, por su ubicación en el área de amortiguamiento de la reserva natural de Bahoruco Oriental.
Graves daños
Advirtieron que si el gobierno no para a tiempo la explotación que ha concedido a la referida empresa, será una gran y terrible amenaza que provocará que desaparezcan más de 15 ríos y arroyos que nacen en la zona, que abastecen los acueductos de más de 50 comunidades rurales y urbanas.
Afirmaron que si paran las operaciones mineras la actividad agrícola tendría un gran impacto, ya que, en esa zona, estimulada por su alta pluviometría, se produce café, tubérculos y frutos menores.
Agregaron que las consecuencias económicas y sociales para la Región Enriquillo serían “trágicas” de seguir la explotación minera, porque enviaría a la quiebra a propietarios y productores agrícolas, lo que traería consigo un aumento mayor de la pobreza y la miseria de esta demarcación.
Los ambientalistas afirmaron que esa misma amenaza pende sobre la endémica y rica biodiversidad en que el monumento natural tiene su hábitat.
“Además, los profundos cráteres que se crearán, la contaminación que generarán los altos decibeles de ruido y las continuas nubes de polvo, así como gas que provocarán las maquinarias que operarán quienes se les ha dado el derecho para explotar durante 75 años, hacen que la zona sea una amenaza”, exponen en el Manifiesto.
Lo que no consiguieron 7 años
Señalaron además, que no sólo provocan daños a la citada reserva natural, sino que las operaciones en el puerto local ha quitado la vista panorámica del litoral marino en el malecón de allá, el que consideran como el espacio de diversión y esparcimiento de los habitantes de la zona.
Cuestionaron que el actual gobierno que preside el presidente Abinader, haya resuelto una situación en apenas 15 días, entregándoles los permisos para la explotación a la señalada compañía, lo que durante 7 años no pudo conseguir en la pasada administración de gobierno.
Afirmaron que se trata un crimen ecológico de alto relieve el que se pretende cometer contra Barahona y la Región Enriquillo, al permitir la concesión de explotación de la piedra caliza en el Bahoruco Oriental, por lo que exigen de la máxima autoridad del Estado respetar la salud, la vida, la biodiversidad, su patrimonio, así como sus posibilidades de desarrollo turístico, económico y cultural.
Eleuterio Martínez y Luis Carvajal llamaron a las organizaciones de la región a detener la explotación, y a todo el país a unificarse, ya que se están dando acciones que tienen como único fin la de un control estratégico del recurso agua con fines económicos.
Aseguraron que el Bahoruco Oriental es una zona independiente que recoge toda la humedad proveniente del Mar Caribe e invitó a tratar esta reserva natural como una “tacita de porcelana”, ya que es un espacio donde se producen especies solamente en esa zona.