La casa de altos estudios superiores detalló que de los 76 casos atendidos, el 66% corresponden a mujeres y el otro 34 por ciento a hombres, conformados en su mayoría por jóvenes con un promedio de 35 años de edad.
Asimismo destacó que el 59% de las llamadas atendidas fueron realizadas desde el Gran Santo Domingo, territorio que comprende el Distrito Nacional y la Provincia Santo Domingo.
La Academia detalló que entre las principales manifestaciones reportadas por las personas que han sido atendidas a través de la Línea de Ayuda Psicológica UASD COVI-19 se encuentran el miedo a enfermarse o que un familiar cercano se contagie, a contagiarse y ser aislado de toda la familia y a fallecer o que fallezca algún familiar.
Señaló que la población que ha consultado la Línea de Ayuda Psicológica UASD COVI-19 ha mostrado alta preocupación por la condición económica del hogar, preocupaciones por la salud física actual y posibles complicaciones frente a un contagio, miedo a la pérdida de empleo, ansiedad por presentar síntomas físicos como tos, fiebre, dolor de cabeza, dolor de estómago, dolor de pecho, entre otros; así como también sentimientos de ansiedad por el encierro, preocupación por la violencia y agresividad de sus hijos por el encierro y problemas para conciliar el sueño.
Análisis de los datos
Al analizar los datos obtenidos por los casos atendidos a través de la Línea de Ayuda Psicológica UASD COVI-19, 809-535-3367 / 809-223-4857 y 829-863-7972, la Universidad Estatal alertó sobre la vulnerabilidad de las mujeres dominicanas ante las consecuencias que puede arrojar el virus que afecta al país y a todo el mundo.
Argumenta que la mayoría de las familias dominicanas son matriarcales, por lo que puntualiza que la madre deberá cargar con el estrés de los hijos, de los demás familiares y las emociones de ella misma, lo que la hace susceptible a padecer un problema de salud mental como depresión, ansiedad, estrés postraumático e inclusive a ser víctima de violencia.
En el caso de los hombres, la UASD señala que se esperarían más casos de consumo de bebidas alcohólicas y drogas, agresividad y violencia, sustentado sobre el pobre manejo de las emociones que presenta esta población; sumado a esto una cultura machista, que no permite que el mismo busque ayuda de un profesional de la psicología, en la mayoría de los casos.
Establece que los niños y adolescentes también pueden presentar reacciones psicológicas y emocionales, pero estos no lo manifiestan oralmente como lo hacen los adultos; pueden presentar regresiones infantiles, como orinarse en la cama, hablar como bebé, tener conductas agresivas, problemas de sueño, concentración o hasta un retraso del aprendizaje.
Indica que estar en casa aislados también permite a muchos realizar una introspección sobre sus vidas, evaluar su realidad y considerar hacer cambios en la misma, además de recordar situaciones pasadas que de una forma u otra afecta su presente, provocando estados de ansiedad, depresión y sentimientos de desesperanzas.