El doctor Grullón Fernández, en su discurso de despedida al fenecido periodista, expresó que en esta convocatoria que nos hace la vida y a la que estamos llamado todos los seres humanos, “nos sumerge siempre en el dolor por la pérdida del hombre, del amigo que al irse a la eternidad nos deja lleno de pesadumbre, al tiempo que su legado nos llena de orgullo por su defensa a la igualdad, la justicia y por el respeto de los derechos humanos en la República Dominicana”.
Dijo que estamos despidiendo a un gran ser humano, cuyos anales quedarán en la historia del país, muere en momento en que celebramos el 477 aniversario de la fundación de la Universidad Primada de América, baluarte de luchas sociales y reivindicaciones, que al igual que tú, amigo Radhamés, ha sabido defender la verdad y los ideales de una verdadera democracia, que entendía merecíamos todos los dominicanos.
Agregó que Gómez Pepín fue un gran maestro del periodismo, respetuoso del pensamiento diferente al suyo, por lo que nunca usó la pluma para dañar, sino que fue su arma desde esa trinchera de la prensa escrita para reclamar un mejor futuro de libertades para su gente, a sabiendas de que estas pasan primero por el tamiz de la lucha social antes de convertirse en políticas públicas a favor del pueblo, razón por la que reforzaba su actividad periodística orientándola siempre desde una perspectiva progresista, democrática e inclinada hacia la defensa del desarrollo humano.
“Radhamés Gómez Pepín, te recordaremos siempre con el amor impetuoso y profundo que le imprimiste a tu vida, con ese amor desbordante de tu sonrisa bonachona que las futuras generaciones de periodistas habrán de reconocerte y por el cual nos sentimos inclinados a admirarte, aunque te hayas ido a la eternidad”., finalizó el rector de la UASD.
De su parte, el decano de la Facultad de Humanidades, maestro Ramón Rodríguez Espinal, destacó los méritos personales que adornaron la vida de don Gómez Pepín, su apego a la ética y fue un coloso de la comunicación, por lo que hemos perdido a un gran hombre pero ganamos la herencia de ese grato recuerdo de su afecto, solidaridad y periodista correcto.
La guardia de honor estuvo presidida, además del rector Grullón Fernández, por los vicedecanos, decanos y directores de escuelas, así como maestros que se unieron para darle el último adiós a en vida fuera un baluarte de la libertad de prensa en el país.