EGRESADO DESTACADO
La profesora meritísima considera que todas las instituciones vinculadas al sector educativo deben unificarse para que se articulen acciones en dirección a fortalecer el sistema y la calidad de los egresados.
Por Wellington Melo
La doctora Ana Dolores Guzmán, Profesora Meritísima de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), pensaba que no iba a sobreponerse del momento en que le correspondió despedirse como parte del cuerpo docente de la academia estatal, después de 35 años de carrera.
Las posibilidades que se le presentaron para continuar realizando aportes de alto valor a la educación desde diferentes ámbitos en su vida como maestra, amortiguaron el efecto de aquel momento, según narra la profesora de la Facultad de Humanidades a El Universitario.
Tras jubilarse como docente de la UASD, la co-autora del libro "Orientaciones Didácticas para el Proceso Enseñanza-Aprendizaje" asumió la posición de rectora del Instituto de Formación Docente Salomé Ureña (Isfodosu), para luego ser designada en el 2009 como directora ejecutiva interina del Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (Inafocam).
Oriunda de Santiago de los Caballeros, donde cursó sus estudios primarios, y más adelante se invistió de licenciada en Histórico-literaria en la UASD.
Su inclinación por la Pedagogía estuvo influenciada por el maestro Jacobo Moquete de la Rosa, insigne pedagogo y psicólogo, uno de los actores del Movimiento Renovador Universitario creado a raíz de la desaparición de la dictadura trujillista. "El profesor Moquete de la Rosa contribuyó mucho a mi formación. Yo lo recuerdo como una persona muy íntegra y muy ética", agrega.
Resalta, además, los grandes aportes realizados en el proceso de construcción de su perfil de maestra por las educadoras Urania Montás, Ivelisse Prats de Pérez, Enerio Rodríguez y Zoraida Heredia.
Guzmán de Camacho fue alumna y más tarde ayudante del profesor Moquete, reputado académico y autor de las obras: "Pedagogía y Educación Dominicanas", "Filosofía y Política de la Educación Dominicana", "Introducción a la Educación" y "Ensayos sobre la Educación Dominicana", entre otras, representando ese momento el inicio de su carrera de 35 años como docente en la universidad estatal.
"Yo primero fui ayudante de profesor, luego fui profesora titular, luego coordinadora de cátedra, más tarde directora del departamento de Pedagogía, luego vicedecana de la Facultad de Humanidades, de vicedecana a decana de esa facultad y luego de concluir mis dos mandatos como decana (1990-1993 y 1993-1996) fui directora de la Oficina de Personal Académico (OPAC)", narra la profesora meritísima.
De hablar pausado y de expresiones muy seguras y sinceras, la veterana educadora considera que los tiempos han cambiado significativamente en el ámbito de la educación, ya que anteriormente los maestros practicaban el compromiso social en el ejercicio de sus funciones, lo que hoy -a su juicio- ha desaparecido.
Entiende que esa entrega en el proceso de formación, es determinante para la transmisión efectiva de nuevos conocimientos y para poder insuflarle a los futuros maestros el compromiso que deben asumir con el fortalecimiento de la calidad del sistema educativo.
"Después, nosotros replicamos con nuestros estudiantes esos conocimientos y esa forma de enseñar que aprendimos de los brillantes maestros que nos correspondieron. Pero también, en el medio académico había un componente político que ayudaba la formación", sostuvo.
Asume que para formar maestros con alto nivel de capacitación, es necesario mejorar el sistema educativo, ya que hay problemas que se incuban en el bachillerato, que deben ser suprimidos para poder lograr ese propósito.
"Debemos procurar que los bachilleres lleguen a la universidad bien formados. En ese nivel uno no debe enseñar bachilleres a leer y a escribir, es a enseñar al futuro maestro las asignaturas del área en que se va a especializar y todo lo relativo a su quehacer en el aula", expone.
"Si la UASD no incide en el proceso de mejora del sistema educativo será cuesta arriba lograr el propósito. En el proceso de discusión, la primera que tiene que estar sentada en la mesa es la UASD", subraya.
Favorece que a la academia estatal se le asigne un mayor presupuesto, con el compromiso de que fortalezca la formación universitaria en educación.
Estima que debe trabajarse en el fortalecimiento de la dinámica de identificación de los perfiles, reforzando y actualizando las pruebas psicológicas y de aptitudes, y procurando que sea cumplido por todas las universidades.
"El Ministerio de Educación, debe redoblar los esfuerzos por mejorar la calidad de la formación en los niveles, tanto básico, como medio. La formación de maestros tienen muchos retos por delante y ese contexto es que debemos resaltar la gran cantidad de becas para el estudio del cuarto nivel que se le conceden a los profesores"