EGRESADO DESTACADO
Ha recorrido todas las posiciones en educación y fundado varias universidades
“Caminé por América Latina y eso me ayudó y eso me permitió conocer la experiencia en materia de educación de adultos de Cuba, Nicaragua, Colombia, Venezuela, Perú y la de Ecuador”.
Es un defensor de la Educación de adultos, la cual, a su juicio, es tan fundamental como la enseñanza para niños, ya que de los primeros depende el desarrollo de los pueblos.
Por Wellington Melo
Es harto sabido el fundamental papel que juega la educación en el desarrollo de los pueblos, y por eso la tendencia de incrementar las inversiones en ese sector para generar mayores oportunidades y viabilizar el crecimiento intelectual, social y económico de la gente.
El apóstol cubano José Martí era un furibundo defensor de la “Educación Popular”, la que no se refería exclusivamente a la educación para la clase de escasos recursos económicos, sino a que toda la nación tiene que estar bien educada, “ya que no hay ninguna razón para que el rico se eduque y el pobre no”.
Como consecuencia de la inversión de valores en que está inmersa la sociedad, muchos piensan que lo más importante es la acumulación de capitales. Sin embargo, la cultura martiana expresa que el que sabe más, vale más, ya que “un rico necesita de sus monedas para vivir, y pueden perdérseles, y ya no tiene modos de vida; mientras que un hombre instruido vive de su ciencia, y como la lleva en sí, no se le pierde, y su existencia es fácil y segura.
Imbuido de esos principios y de esos valores martianos, el maestro, escritor y político José Nicolás Almánzar García ha dedicado 62 años de su vida a la educación, en el entendido de que es el principal recurso que garantiza progreso sistemático y sostenible a las naciones.
Oriundo de Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, este maestro de larga data inició a muy temprana edad su andar por los caminos de la educación, lo que le ha permitido transmitir concomimientos a varias generaciones y a regodearse de esa cualidad como parte de un estilo de vida.
José Nicolás Almánzar habla de su honestidad, la cual ha puesto a prueba en incontables ocasiones en que le ha correspondido desempeñar funciones públicas y privadas de significativa importancia, como la que ostenta actualmente a sus 81 años, siendo rector de la Universidad de la Tercera Edad (UTE).
“Mis padres fueron pobres, soy de un hogar humilde, pero mi padre, que no tuvo una formación básica, yo recuerdo que nos decía: las personas mayores se respetan y lo ajeno se respeta”, agrega.
Precisamente, la educación de adultos es su especialidad, la cual le apasiona mucho, porque tiene la visión de que ese segmento poblacional juega un rol de extrema importancia para la estabilidad de los países en el presente y de cara al futuro.
Egresado en el 1970 de la carrera de derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Almánzar García se ha destacado por la defensa de la implementación en todas las instancias sociales de la educación moral y cívica.
La República Dominicana atraviesa en estos momentos por una profunda crisis de valores, como consecuencia de la complementación de una serie de elementos que afectan seriamente la integración familiar, la institucionalidad y el cumplimiento de las normas. Ese problema ha sido estudiado sociológicamente y los augurios no son nada halagüeños, partiendo del contexto en que vivimos.
Como consecuencia de ese deterioro progresivo en que está sumergida esta media isla, algunos investigadores han desarrollado estudios y en sus conclusiones indican que la República Dominicana entra en el concepto que los sociólogos clásicos Emile Durkheim y Robert King Merton, han definido como “Anomia Social” ( falta de normas o incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para lograr las metas de la sociedad), expresada en el divorcio entre las normas y el comportamiento social.
Para el cofundador de la Universidad Eugenio María de Hostos, la impartición de Moral y Cívica es muy limitada, por lo que sugiere que esta sea rescatada y transmitida de manera general a toda la población, ya que a su juicio la crisis de valores en la familia y en la sociedad se debe fundamentalmente a la falta de este tipo de formación.
Por estar convencido del gran aporte que hace este tipo de formación a la sociedad, el exsecretario de Educación (1989-1992), escribió un libro titulado “Educación Moral y Cívica”, el cual mereció el primer lugar en el Premio Nacional Manuel de Jesús Peña y Reynoso.
Dijo que está dispuesto a ceder el contenido de su libro al Ministerio de Educación, para que lo reediten, ya que estima que en estos momentos la sociedad necesita que se potencialice la formación moral y cívica.
Durante su paso por la Secretaría de Educación (hoy Ministerio), el veterano educador fue el creador del primer Plan Decenal, de los hospitales de maestros y cultivó buenas relaciones entre la institución que dirigía y los gremios.
También es el autor del libro “Teoría de la Educación para la capacitación a distancia de los Maestros de la Primaria” y de un proyecto de cursos por correspondencia que ha permitido que más 40 mil ciudadanos se formen.
Sus orígenes
El maestro Almánzar García estudió en la escuela Josefa Gómez y a los 17 años fue nombrado maestro secretario, labor que compartía con sus estudios del bachillerato libre. También fue inspector de Educación siendo muy joven.
En Educación ha ocupado todas las posiciones y durante seis años fue Director General de Educación de Adultos, en cuyas funciones adquirió la pericia y el amor por la alfabetización de adultos.
Su formación como educador la obtuvo en la Universidad de Penn State, en los Estados Unidos, y esto, unido a su vasta experiencia en el sector, y su vinculación con el “apóstol de la educación para adultos” Félix Adams, le proporcionaron los principales argumentos para la fundación de la UTE.
Sus preocupaciones
Siente mucha preocupación por los altos niveles de violencia y de delincuencia que imperan en la República Dominicana, y considera que su desproporcionado crecimiento se debe a la falta de educación cívica y humana.
Actualmente ocupa su tiempo en sus funciones como rector de la UTE, en ejercitarse diariamente y en terminar sus memorias, una obra sobre su gerencia educativa y la recopilación de sus artículos publicados en el periódico El Caribe, a los fines de complementarlos en un libro.
PARA RECORDAR
Hace unos 15 años, el maestro José Nicolás Almánzar García fue afectado por un accidente cerebrovascular que lo postró en una silla de ruedas durante un largo tiempo, pero su fe, tenacidad y disciplina en el cumplimiento de las terapias y recomendaciones médicas le condujeron por el camino de la recuperación plena.