La situación actual del sector lechero es bastante complicada, en vista de algunos eventos que se producen en países grandes productores. En la Unión Europea existía lo que se llamaba la cuota por productor, o sea, que había un volumen establecido de producción de leche y quien se pasaba de ese nivel era penalizado.
Hace tres años esa medida fue eliminada y actualmente los productores pueden producir la cantidad de leche que estimen pertinente para su hato ganadero. Es oportuno resaltar que la mayoría de esos gobiernos subsidia a sus productores, principalmente a los medianos y a los pequeños, lo que le permite operar con menores costos de producción.
Hay una producción de leche que ha perdido mercado, como por ejemplo, el de la Federación Rusa.
Según estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el país con los mayores niveles de producción de leche es la India, que produce el 18% de todo el volumen mundial; en el segundo lugar figura Estados Unidos con el 12%; China y Brasil con el 5%; la Federación Rusa con el 4%; Francia y Nueva Zelanda con el 3% y Turquía y Pakistán con el 2%.
El 85% de la producción mundial de leche la producen las vacas, el 11% los búfalos, el 2% las cabras, las ovejas el 1% y el 0.4% los camellas. El 25.2% de la leche producida en todo el mundo se convierte en queso.
Con la eliminación del tope de producción en la Unión Europea y en los Estados Unidos, concomitantemente con le eliminación del tope de producción en todos los países productores, se incrementa el nivel de producción en Latinoamérica, por las mejores condiciones del tiempo, por el manejo del ganado y por el mejoramiento genético. Una gran proporción de esa leche producida se convierte en queso.
En este contexto, países como Brasil, Argentina, Uruguay y Costa Rica se han convertido en exportadores de leche y lácteos, impulsados por los “brokers”, o corredores, que buscan productos, sin distinción, para colocarlos en los mercados internacionales, de lo que no está exenta la República Dominicana.
Los brokers se han dado cuenta de que hay una alta producción que está en espera de ser colocada en el mercado, debido a que los rusos dejaron de comprarle queso a la Unión Europea y a los Estados Unidos; y China está produciendo su leche, ya que hace cinco años formó su hato lechero con ganado de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay y Canadá.
El mismo problema de la República Dominicana se registra en países como Canadá y México, que observan cómo el excedente en la producción de lácteos no encuentra mercado para ser colocado.
Ante ese excedente en la producción de leche y queso que se registra en estos momentos y dada la facilidad que tienen los productores de los países antes citados para producir a menor costo, por los subsidios que les dan los gobiernos, los importadores la traen masivamente a la República Dominicana, lo que afecta sensiblemente la producción nacional.
Cabe destacar que en la República Dominicana se producen 650 millones de litros de leche al año, lo que representa 1.78 millones de litros diarios. De acuerdo a datos del Consejo Nacional de la Leche, CONALECHE, en el país hay 500 queserías, entre pequeñas, grandes y medianas. El 54% de la leche producida en el país es convertida en queso para consumo local.
Los datos del pre-censo agropecuario arrojaron que en el país, 47 mil ganaderos grandes y pequeños, no encuentran mercado para su producción, por los altos niveles de importación.
Según el especialista en el tema, maestro Elio Reyes, a eso se suma que los niveles de exportación de leche y queso son muy ínfimos, debido a que la mayoría de las queserías no cumplen con los estándares de calidad, ni con el Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP, por sus siglas en inglés Hazard Analysis and Critical Control Point).
En tal sentido, exige de las autoridades locales la implementación de medidas que ayuden a paliar la situación por la que actualmente atraviesa la industria láctea.
Ante la grave situación por la que atraviesa el sector ganadero del país, la Escuela de Zootecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de la UASD, entiende que de manera urgente deben tomarse las siguientes medidas:
•Exigir a las plantas procesadoras de leche que la leche entregada al desayuno escolar sea de producción local, y procurar que en el periodo de vacaciones esa leche le siga llegando a esos niños.
•Que se produzca un acuerdo entre el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil, INABIE, y los procesadores de leche y queso para que a los estudiantes de la tanda extendida se les incluya queso de producción nacional en su dieta diaria.
•Que el Estado, a través del Conaleche, trabaje en la trazabilidad del ganado, con el objetivo de identificar las vacas existentes en el país (aproximadamente dos millones de cabezas) para verificar que la producción de leche sea de alta calidad.
•Identificar vacas lecheras afectadas de tuberculosis o brucelosis, para sacarlas de producción.
•Incrementar los centros de acopio en todo el país, los cuales deben operar bajo un esquema técnico y con un personal calificado, que aplique buenas prácticas de higiene.
•Evitar el uso de envases plásticos en el transporte de la leche. Sugiere usar bidones metálicos, específicamente de aluminio y acero inoxidable.
•Trabajar con pequeños procesadores de leche y lácteos, en lo relativo a la estructura física y equipos que utilizan en el proceso de producción, para que no se altere la calidad del producto.
•Aplicar normas de etiquetado. El Estado debe procurar que esa ley se cumpla.
•Evitar importación de quesos de forma indiscriminada.
•Exigir al importador de leche y otros productos lácteos someterse a las regulaciones del Ministerio de Salud Pública, con el depósito en el departamento de alimentos de los componentes cualitativos y cuantitativos de esos productos, con la identificación de sus respectivas características microbiológicas y firmadas por la planta que envía el queso al país.