Yannerys Paulino/Leandro Campos
Así lo considera la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que en los últimos años ha estado promoviendo debates académicos con los partidos políticos, agrupaciones políticas y actores de la sociedad civil.
A través de estos encuentros, la academia busca sensibilizar y comprometer a la clase política nacional y toda la sociedad, para la aprobación de la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, como herramienta indispensable para garantizar mayores niveles de organización, democracia interna, la renovación periódica de su dirigencia, y la fiscalización y transparencia en las organizaciones políticas y en los procesos electorales.
En un documento titulado “Hacia un pacto por la calidad de la democracia dominicana”, el Decano de la FCJP, Antonio Medina Calcaño y el director de la Escuela de Ciencias Políticas, maestro Henry Blanco, plantean la urgencia de que la clase política nacional se encamine en los próximos días a pactar con la sociedad la Ley de Partidos, con miras a generar un régimen jurídico que reglamente los procesos de elección y las actividades políticas, con el propósito de “garantizar y afianzar un cambio sustancial en la democracia interna de las organizaciones políticas”.
El planteamiento hace énfasis en el fortalecimiento de los liderazgos políticos al interior de una democracia de ciudadanía que importantice la formación de los talentos y potencialice el cumplimiento de sus deberes y derechos”
En la actual coyuntura política, y sin importar si se trata de un partido de oposición como del oficialismo, tanto los candidatos a distintas posiciones como los partidos políticos deben ponerse de acuerdo para que el país se aboque a la aprobación de leyes y reglas que disminuyan lo que el referido documento plantea como “potencial destructivo de los partidos políticos”, y que sirvan como base para el establecimiento de un sistema democrático en el marco de las libertades para competir de igual por el poder.
Se destaca que el desafío para la democracia dominicana está en la transformación y el cambio de esta deficiente democracia electoral, generando un marco legal que garantice una democracia interna de calidad en los partidos, una gestión más democrática de las cúpulas, un liderazgo político con miras a la participación ciudadana, capacitación de los cuadros políticos y de los lideres; y unas reglas claras para el financiamiento legal de las campañas.
“El sistema de partidos en República Dominicana, todavía es fuerte y posee estrechas raíces con la sociedad, nuestros líderes políticos reciben un importante apoyo popular en los procesos electorales. Creemos que estamos a tiempo de evitar que los signos de deterioro que a veces se reflejan en uno que otro partido, se conviertan en un cáncer profundo que corroa las estructuras partidarias y provoquen el colapso del edificio de la democracia”, concluye el documento.
Sectores demandan aprobación de la ley
En la actual situación post electoral que vive el país, en cuyo proceso fue evidente la violación a todas las reglas existentes, tanto los observadores internacionales, encabezados por la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos, OEA; como el sector empresarial y político del país, reconocen que lo más conveniente para toda la nación es la aprobación de una ley de Partidos Políticos.
La posición del CONEP
A ese reclamo se unió también el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), que en rueda de prensa, reconoció la dificultad observada a lo interno de los partidos para la escogencia de las candidaturas a distintas posiciones y las dificultades y debilidades en la organización y ejecución del proceso electoral.
Lo que plantea el proyecto de ley
El “Proyecto de Ley de Partidos Políticos y Agrupaciones Políticas en la República Dominicana”, que descansa en el Congreso Nacional, contiene 96 artículos, en IX Títulos, en los que se abordan los siguientes aspectos: Los Partidos y Agrupaciones Políticas, Las Normas Estatutarias, De la Educación Política y De las Precampañas y Campañas Electorales para Cargos de Elección Popular, del Patrimonio y Financiamiento de los Partidos Políticos y las Campañas Electorales. Además, del Acceso a los Medios de Comunicación, De la Pérdida de Personería Jurídica de los Partidos y Agrupaciones Políticas; y del Régimen Penal.
Se destaca que una de las bondades de esta ley es que garantizaría una justa y equitativa participación de todos los actores de la contienda. En el artículo 19 del Título I, sección IV, se prohíbe “Favorecer o privilegiar a determinados candidatos internos con informaciones de apoyo económico o de cualquier otra naturaleza en detrimento de los derechos de otro u otros candidatos de la misma organización política”.
Más adelante, impide “Despojar de candidaturas, que hayan sido válidamente ganadas en procesos convencionales internos y en Primarias a dirigentes o militantes.
En un panel organizado por la Escuela de Sociología de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, expertos sociólogos exponen sus opiniones sobre el tema para El Universitario.
Jesús Díaz, Director de la Escuela y uno de los panelistas participantes expone las preocupaciones que desde la academia se manifiestan sobre el tema en cuestión. Díaz Califica la práctica y los procesos políticos como adscritos, en el que se produce una constante renovación de las elites partidarias que restringe la participación y la movilidad social, ya que los partidos, tanto los grandes como los pequeños, funcionan como corporaciones familiares.
Leopoldo Artiles, reconocido investigador social asegura que el sistema de partidos está permeado por el predominio del clientelismo en el quehacer práctico de sus principales actores, lo “que ha devenido en violaciones constantes de sus propias reglas y de las leyes que rigen la materia valoran la democracia”.
Para el sociólogo, se requiere instaurar nueva legislación electoral, la que deba contener la implementación de programas especiales encaminados a fomentar y promover el valor y el poder de elegir.
Otra de la iniciativa que según Artiles, deben plasmarse en una Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas y Régimen Electoral, sería limitar el arrastre en todos los niveles, desde regidores hasta senadores, donde todos y todas sean elegidos por los ciudadanos de manera directa.
Para el sociólogo y profesor Wilson Castillo, el aspecto fundamental está en la falta de institucionalidad para el cumplimiento de las normas y en la falta de fiscalización de los procesos en materia electoral. Plantea que en una nueva legislación en materia electoral y de partidos y agrupaciones políticas urge la necesidad de regular el uso de los recursos en las campaña electorales, sin importar su procedencia.
Castillo considera impostergable la reglamentación para eliminar la desigualdad en la promoción y la publicidad en los procesos electorales, en el que se apliquen las reglas que propicien justicia y equidad en la práctica de los actores, y que se creen mecanismos efectivos de control.
Para el sociólogo e investigador Rafael Durán, el problema que arrastra la falta de regulación y sus efectos en la vida política nacional, está marcado por cinco elementos básicos que deben ser regulados en la legislación electoral y de los partidos en el país:
“La nueva legislación del ejercicio político en República Dominicana debe empezar estableciendo un sistema especial de Primarias de los partidos, en el que se definan con claridad los espacios, los tiempos y las reglamentaciones internas de los partidos, garantizados por la supervisión directa del organismo electoral”, detalla Durán.
Uno de los elementos fundamentales que debe contener una nueva reglamentación del ejercicio y las acciones políticas, es un tope en los gastos de campaña, y un riguroso seguimiento de este capítulo”. Para Durán es necesario establecer algún tipo de medida para regularizar la participación de los actores políticos, en función del transfuguismo.
Una nueva legislación debe obligar a los partidos políticos a tener escuelas de formación y educación política a sus militancias.
Esas regulaciones deberán estar fundamentadas por un régimen de consecuencias como única forma de garantizar que se respeten las reglamentaciones.
El proyecto recoge también las reglamentaciones sobre la Renovación Interna de los Partidos, la Formación Política y Adiestramiento Técnico de sus miembros, la Regulación durante los procesos electorales y otros aspectos orientados a fortalecer el sistema democrático de todo el engranaje electoral.
En un panel organizado por la Escuela de Sociología de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, expertos sociólogos exponen sus opiniones sobre el tema para El Universitario.
PLANTEAMIENTO DE LA OEA
“Luego de un profundo análisis del marco legal para estas elecciones y del trabajo de campo realizado por los expertos en materia de organización y tecnología electoral, participación 3 equitativa de hombres y mujeres, financiamiento de campañas, acceso a los medios de comunicación y justicia electoral, la Misión reitera la importancia de que se realice una reforma estructural profunda al marco legal que rige el proceso electoral”, señala el informe presentado por la misión, encabezada por el expresidente colombiano Andrés Pastrana.