Con el pasar de los años, nuestras metas van cambiando. Algunos de nosotros conseguimos lograr nuestros sueños de niños, otros cambiaron de parecer, pero igual, lo lograron o están en camino.
Sin embargo, y lamentablemente, hay quienes se han quedado soñando con la vida deseada o, peor aún, ni siquiera sueñan con una buena vida. La realidad que estamos viviendo es que las personas piensan que para ser felices tenemos que tener cierta posición social y ciertos bienes materiales. Pero no es así. Cuando hablo de una buena vida no me refiero a tener villas y castillos, no. Me refiero a vivir de manera que podamos servir de ejemplo ante la sociedad, que esté representada por buenos valores, en que las personas hagan lo posible por realizar aportes significativos a su país, a su entorno.
Al hablar con algunas personas en la universidad he visto que existen buenas noticias: en el país hay grupos de jóvenes dispuestos, no sólo a velar por un mejor futuro para ellos, sino que también ofrecen sus conocimientos para el crecimiento personal y profesional de otras personas. “La Gente Do”, “Deliverys de Sonrisa”, “Fundación Ella Crea”, “Jompéame” y “Piensa”, son algunas de las organizaciones que conozco, que aunque tienen un público distinto, tienen un mismo fin: realizar una acción para ofrecer una mejor calidad de vida a otros individuos.
Aquí hablaré sobre el trabajo que realiza la fundación “Piensa”, y el impacto que, particularmente ha causado en mí.
“Piensa” es una entidad sin fines de lucro, en la cual un conjunto de profesionales se unió con el objetivo de sumar conceptos para cambiar la mentalidad de los jóvenes, sembrando semillas de emprendimiento, motivación y liderazgo.
Esta organización surgió de una idea sencilla de un grupo de jóvenes, quienes tienen como objetivo principal formar a otros en áreas de liderazgo, propósito de vida, educación financiera, desarrollo personal, etc., con la finalidad de fortalecer sus conocimientos y habilidades necesarias para alcanzar sus sueños y lograr vivir una vida con propósito.
Estoy muy de acuerdo con Diara Nadal, presidenta de la organización, quien afirma que nuestro país necesita líderes que promuevan cambios, que abran nuevos caminos para el bienestar de otros, que creen oportunidades, construyan ideas, dejen huellas, pero sobretodo, que mejoren e impacten de manera positiva en nuestra sociedad, y es que -como ella señala- el sistema de consumo en el que estamos viviendo nos está cegando cada día más e influye en no darle valor a las cosas que realmente lo ameritan y que carecen de precio.
Muchas veces, la falta de un autoanálisis nos lleva a evadir nuestras responsabilidades, esas que son producto de nuestras propias decisiones, por lo que terminamos poniendo excusas que sólo nos afectan a nosotros mismos.
Quiero finalizar este escrito invitándoles a luchar por sus sueños, a no quedarse paralizados en un mismo lugar, y a que si, por alguna razón, una puerta se les cierra, no se desanimen, continúen tocando, que quizás se abra otra con mejores oportunidades que ofrecer.
Les invito a que si necesitan motivación, si necesitan que alguien los ayude a descubrir cuál es su propósito de vida, visiten a los jóvenes de “Piensa”, ellos con el amor que les caracteriza, están dispuestos a colaborar con las buenas causas.