Hasta hace dos meses, su diario transcurrir en las aulas de la Facultad de Artes no despertaba mayor interés, llegando a pasar –tal vez- desapercibida. Hoy, su paso por esa importante unidad académica y la escuela para violines del Conservatorio Nacional de Música, causa revuelo y despierta el interés de sus compañeros estudiantes. Ella –recientemente- ganó el Premio a la Excelencia Académica “Rubén Darío”.
Isamar Ortiz Cotes, es el nombre de la estudiante del séptimo semestre de música que -en Managua, Nicaragua- se convirtió en la representante dominicana número siete que se alza con la distinción organizada por el Consejo Superior Universitario Centroamericano y del Caribe (CSUCA). El CSUCA está integrado por 20 academias estatales de Centro América y el Caribe y, desde el año 2005 lleva a cabo el acto en donde reconoce al estudiante de cada país miembro que tenga el mejor índice en su carrera.
En honor al insigne bardo nicaragüense, el premio también toma en cuenta a los alumnos que se destacan en el desarrollo del conocimiento científico y tecnológico de las diversas ramas de la ciencia. De igual modo, resalta el esfuerzo, perseverancia y constancia en la excelencia académica. Para ser opción, el galardonado debe tener no menos de tres años en la carrera que cursa. Para la edición correspondiente al 2015, Isamar lleva acumulado un índice académico de 97.1, cosa que hizo posible que, en un acto efectuado recientemente en Nicaragua, la tierra del valeroso revolucionario César Augusto Sandino, acaparara la alta distinción por República Dominicana.
ISAMAR: ES UN HONOR OBTENER ESE GRAN PREMIO
Al comentar su reconocimiento, Ortiz Cotes manifestó su orgullo por conseguir un cetro que honra la memoria del sobresaliente poeta Rubén Darío. La joven de 22 años de edad dijo que -su asistencia al acto de distinción a los estudiantes de las universidades del CSUCA- les brindó una gratísima experiencia.
Significó que la ocasión fue propicia para establecer intercambio con estudiantes de otros países y darse cuenta el gran respeto que genera cursar una carrera en la UASD. “Para mí fue un orgullo compar tir con estudiantes y profesores de otras universidades centroamericanas y caribeñas, pudiendo ver la simpatía que genera nuestra querida UASD entre ellos”, precisó la ejecutante del violín. Señaló que la obtención del Premio a la Excelencia Rubén Darío la compromete más a mantener firme su propósito de alcanzar el título de licenciada en música con las altas notas que –hasta el momento- ha mantenido.
Indicó que la premiación es un gran estímulo para mantener fija su meta de graduarse con honores y hacer hincapié en la impartición de docencia, tocar música de cámara y ser compositora musical para violín. La disciplinada muchacha, nacida el 12 de noviembre del 1992, que genéticamente lleva en su sangre la música, confiesa que nunca defraudará a la UASD, a sus padres y hermanas en procura de llegar a la cima en el desempeño de su vida estudiantil y en el quehacer profesional.
LAS OTRAS GANADORAS
El Premio a la Excelencia Académica “Rubén Darío”fue creado bajo el Acuerdo Noveno de la XIII Sesión Ordinaria del Consejo Regional de Vida Estudiantil, organismo adscrito al Consejo Superior Universitario Centroamericano y del Caribe (CSUCA), en el año 2005. Desde su creación en el 1948, el CSUCA ha ido creciendo númericamente y hoy aglutina en su seno a la casi totalidad de universidades estatales del área centroamericana y el Caribe