Los conceptos fueron expuestos por el principal funcionario universitario al dar las gracias al enviado de la delegación japonesa, honorable embajador Takashi Fuchigami, en el acto celebrado en el Salón de Sesiones del Consejo Universitario para recibir esa donación, que serán utilizados para la adquisición de los equipos que habrán de dar un nuevo impulso a las disciplinas marciales orientales en el polideportivo Tony Barreiro. Observó que la suma entregada a la UASD permitirá que su Departamento de Deportes mejore considerablemente la infraestructura en donde más de 500 alumnos asisten de lunes a sábado para practicar el judo.
Al hacer entrega del donativo, Fuchigami felicitó a las autoridades universitarios y ponderó la contribución del Japón para que el judo, el kendo y otros deportes del Sol Naciente puedan mantener su ritmo ascendente en el territorio dominicano. El enviado oriental puso de relieve que la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (JICA) también colaborará para que voluntarios especializados de esos deportes presten sus servicios en la primera universidad fundada en América.
Mostró su esperanza de que esos nuevos voluntarios aporten sus enseñanzas a fin de que la UASD siga como uno de los principales centros de difusión de las artes marciales japonesas en la República Dominicana. Fuchigami encomió el trabajo que lleva a cabo el gobierno de su país para impulsar un programa de cooperación internacional con miras a los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos del 2020.
Refirió que ese programa tiene por título “Deportes para el Mañana”. El judo es un arte marcial deportivo fundado por el profesor japonés Jigoro Kano, doctor en Ciencia de Educación y fundador de la Universidad Tsukuba, impulsando una modificación del arte marcial tradicional del Japón, como era el Jujutsu.
Esa modificación permitió que el judo se convirtiera en un instrumento educativo para formación humana y entrara al programa de las competencias de los deportes olímpicos, cosa ocurrida en los Juegos de 1964 en Tokio.
La UASD acogió esa disciplina a partir del Movimiento Renovador Universitario con el profesor Elmer Durán, en el 1966, comenzando como materia de educación física del Colegio Universitario, instalando su dojo en un aula del edificio de Ciencias Médicas. Para el 1972, el profesor Masahisa Yamashita creó el club de judo de la UASD, impartiendo las clases en la calle 19 de marzo esquina Mercedes.