La forma de vida de los grupos humanos siempre ha sido un elemento atractivo para los investigadores del área social, quienes se apoyan en diversas herramientas científicas para analizar las sociedades antiguas, las modernas, las preindustriales, así como los pueblos de estructuras simples y complejas. A pesar de que es en la Época de la Ilustración en el siglo XVIII, cuando se producen las primeras investigaciones antropológicas para establecer los diferentes tópicos vinculados a la cultura, en la República Dominicana puede definirse como reciente dicha tradición.

Si nos circunscribimos a la influencia de los estudios antropológicos en América Latina, nos encontramos con que hace solo 18 años del momento en que se presentaron los primeros documentos científicos demostrativos de la que la cultura tiene un alto valor económico. Guiados por esta tendencia, recientemente el Ministerio de Cultura de la República Dominicana, en conjunto con el Banco Central, anunció la implantación de las “cuentas satélites” como instrumento de medición de la cultura y su nivel de aporte al Producto Bruto Interno.

Nuestra Universidad cuenta con el Instituto Dominicano de Investigaciones AntropológicasINDIA- el cual fue fundado en 1947 por Emil Boyrie De Moya, primer arqueólogo del país. El INDIA es el primer instituto de investigación de la Primada de América, y de acuerdo a su director, maestro José Guerrero, sus trabajos son articulados alrededor de cuatro grandes áreas del conocimiento: Antropología Física, Arquelogía, Antropología Lingüística y Antropología Sociocultural. En el espacio donde funciona el Instituto fue instalado un pequeño Museo donde se exhiben importantes piezas arqueológicas obtenidas mediante excavaciones realizadas por Boyrie de Moya en prácticamente todo el país.

El fundador del INDIA, realizó un estudio sobre la plaza ceremonial de Chacuey, en Monte Cristi (1955), el cual es modelo de informe arqueológico.

En ese mismo lugar, el actual director del citado instituto, maestro Guerrero, descubrió un bosque de Anadenanthera peregrina. Las habas negras de las vainas de estos árboles se tuestan y se majan en un mortero con cal, las cenizas o las cáscaras calcinadas para hacer un rapé psicodélico llamado yopo.

El yopo era inhalado por la nariz mediante inhaladores de cerámica o cañas de bambú en ceremonias religiosas de los aborígenes del Caribe, especialmente los taínos, en lo que se conoce como rito de la co hoba, único en el país.

Boirye de Moya dedicó más de 40 años a la investigación y estudió más de 50 sitios arqueológicos del país y se le considera como el articulador del primer proyecto de desarrollo artesanal vinculado a la cultura y el turismo.

Promotor de la ley que prohíbe la salida de piezas arqueológicas, realizó estudios de sitios coloniales como La Isabela, la casa de Ponce de León, La Vega Vieja, Jacagua, Jánico y Punta Torrecilla. El fundador del INDIA, legó al país la colección de piezas arqueológicas más completa.

El Instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas de nuestra Universidad ha desarrollado importantes investigaciones en los casi 68 años que tiene de existencia (el próximo 19 de abril estará celebrando aniversario), entre las que podemos citar: Una nueva especie de mono, de Renato Rímoli; Primeras Evidencias de sífilis en las Antillas, de Francisco Luna Calderón; Primer Informe de Piezas Metálicas indígenas y la Inmigración de braceros azucareros en la República Dominicana 1900-1930.

El investigador José Guerrero presentó varias iniciativas al Ministerio de Cultura con el objetivo de que sean tomados en cuenta en el concurso que organiza esa cartera estatal. Uno de ellos consiste en el descubrimiento del primer camino transitado por Colón en América en su ruta colombina Isabela-Jánico, proyecto que contó con un importante respaldo económico de National Geographic.

Este trabajo de investigación se convirtió en un libro titulado “Los Inicios de la Colonización de América”, y su contenido gira en torno al descubrimiento del primer cementerio establecido en el segundo viaje de Cristóbal Colón; las primeras mujeres blancas que vinieron a América; las personas que fueron ahorcadas en ese entonces; las cuatro grandes edificaciones del navegante y descubridor; la población aborigen a la llegada de Colón y por qué estableció su Villa en la ruta hacia el Cibao, y el Puerto de los Hidalgos.

Las conclusiones de la investigación proponen que esta ruta sea utilizada como un atractivo para el turismo cultural, para lo que se hace necesario, de acuerdo a Guerrero, rescatar los yacimientos arqueológicos establecidos allí para protegerlos. Este camino, de acuerdo al maestro Guerrero, cuenta con todos los atributos históricos para ser convertido en una ruta turística y de desarrollo.

“Luego de que se determina el por qué Colón tomó esa ruta y no otra, entonces iniciamos con el proceso de señalización y a la realización de un estudio más calmado para establecer la toponimia, los estudios de suelo, lo que sentaría las bases para el diseño de esa ruta histórica, la primera de América”, expone Guerrero. Este sería un proyecto similar al que opera en México con la Ruta Maya, en Perú, la Ruta Inca y en Venezuela con la Ruta de Losada.

Otro de los proyectos es el relativo a estudios sobre el ingenio San José, del siglo XVIII, ubicado en la comunidad de San José de los Llanos, con el que se busca empoderar y capacitar a los ciudadanos que viven en ese lugar para que conozcan y defiendan ese importante patrimonio cultural.

El director del INDIA define la República Dominicana como una nación rica en materia de patrimonio histórico y cultural, aspectos que pueden ser desentrañados mediante los estudios antropológicos. Como país tenemos el privilegio de contar con los primeros ingenios hidráulicos de América, los cuales fueron construidos en Boca de Nigua, en Haina, en Baní, en Ocoa, en Azua, en San Juan de la Maguana, en Puerto Plata y en Casuí, ubicado en Hato Mayor