El Centro de Investigaciones de Biología Marina, CIBIMA, constituye el buque insignia de nuestra Universidad en cuanto a su carácter científico dedicado a las labores de protección, estudio y conocimiento de la biodiversidad de los ecosistemas costeros, marinos y acuáticos de la isla Hispaniola y el Caribe. Pero ese organismo no solamente se dedica a la investigación, sino que también realiza labores de educación superior y especializada, principalmente en programas de postgrado y talleres técnicos.

En el área de Extensión realiza charlas y cursos, así como presentaciones públicas de divulgación y educación ambiental. Adscrito a la Facultad de Ciencias, el CIBIMA tiene relaciones a través de convenios con un sinnúmero de entidades nacionales e internacionales que le han reconocido su trabajo, ha preservado por años la vida de peces, mariscos, moluscos y aves silvestres de nuestras costas y ríos para el bien de los dominicanos y extranjeros.

En efecto, su director, el biólogo e investigador Enrique Pugibet Bobea, en la investigación de su au toría: “Valores de los bienes y servicios del ecosistema costero marino en el Parque Nacional del Este”, contribuyó en el mejoramiento de las condiciones en que se encontraba esa área, ante el impacto del desarrollo desordenado del importante litoral, visitado todos los años por miles de criollos y turistas de todas partes del mundo.

Actualmente, el director del CIBIMA se encuentra trabajando con organizaciones nativas y foráneas para tratar de corregir “las preocupantes condiciones en que se encuentran los arrecifes de todas las costas del país”. “Estudios científicos demuestran que muchas de las actividades humanas que se llevan a cabo en los arrecifes, cerca de estos, así como tierra adentro, tienen efectos negativos sobre los corales y los organismos que viven en esos hábitat”, reveló.

Sentenció que el deterioro del medio ambiente, debido a negligencia, al calentamiento global y otros males, causará que el porcentaje de arrecifes amenazados suba a más del 90 por ciento para el 2030 y de casi a 100 para el 2050. Sin embargo, informó que en algunos lugares del país las comunidades están enfrentando el problema y tratando de revertir los impactos con la contribución del CIBIMA, “porque si aseguramos el bienestar de los arrecifes de coral, también resguardaremos el futuro de nosotros mismos”, puntualizó el biólogo al referir al papel que desempeña el centro que dirige.

HISTORIA

El Centro de Investigaciones de Biología Marina, CIBIMA, fue fundado en el año de 1962, siendo su primera directora la meritísima profesora Idelisa Bonnelly de Calventi, luego que la unidad viniera desempeñándose desde 1954 en el antiguo Instituto de Investigaciones Botánicas y Zoológicas de la Facultad de Ciencias.

Durante su primera década el Centro realizó, entre otras actividades científicas, análisis químicos de organismos acuáticos, iniciando con ello un programa sistemático de recolección de especies en Boca Chica, Andrés, La Caleta y Güibia, con el que se conocen nuevos géneros de la biodiversidad dominicana. Como parte de sus labores de Extensión, el CIBIMA colaboró con el Departamento de Caza y Pesca de la Secretaría de Agricultura de esa época, dando como resultado el surgimiento de las primeras vedas que protegieron a algunas especies que estaban en peligro de extinción.

Además del estudio y conocimiento de la biodiversidad de los ecosistemas costeros, marinos y acuáticos, esa unidad de investigación incursionó también en un variado campo de la taxonomía, pesquería, acuacultura, control de calidad en alimentos pesqueros, en problemas de contaminación, fisiología de crustáceos y el uso de especies marinas con fines farmacéuticos. CIBIMA: buque insignia en Biología Marina.