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La Tía Inocente

Martes, 21 Marzo 2017 16:44 Visto 1905 veces

La inocencia de cuando somos niños nos lleva a ver a nuestros padres y tíos adultos como personas superdotadas, capaces de conseguir todo lo que se proponen. En contraste, ahora vemos a muchos de ellos como niños, viéndonos capaces de conseguir todo lo que nos proponemos.

Con esa reflexión, escrita por mi hermano, iniciamos lo que fueron los preparativos para la realización de un encuentro familiar que reunió -por primera vez- casi la mayoría de los integrantes de las familias Tejada-Bovier en el municipio San Francisco de Macorís, de la provincia Duarte.

Ese párrafo no fuera tan contundente, sino fuera por el significado que él en si mismo encierra, significado que lo he comparado con el accionar dentro del núcleo familiar de una tía, hasta antes de enfermar de Alzheimer.

Esa tía se dedicó, desde muy joven, al oficio de enfermera, desarrollándose y abriéndose camino por su gran dedicación y amor al prójimo.

Hoy, esa tía que antes lucía de acero, por el contrario, se ve frágil y débil, con la mirada perdida y sus recuerdos olvidados, encerrados en un lugar que ya no es capaz de dejarlos salir cuando se les necesitan. Aquella mujer, resuelta, diligente, abnegada, comprensible, inspiradora y luchadora, ya no esta más con nosotros.

Se posa sobre ella una gran inocencia de niño. Nos toca ahora a nosotros ser los guardianes de sus mejores momentos, nos queda ahora cuidar de la tía inocente y garantizar que su legado se mantenga vigente en las futuras generaciones familiares.

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