Las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) lamentaron el fallecimiento del ingeniero Roberto Castillo Tío, docente de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura (FIA) de esa Primada de América.

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Como parte de los actos conmemorativos del Trigésimo Aniversario del Fallecimiento del profesor Roberto Duvergé Mejía, se llevó a cabo un panel en donde izquierdistas, compañeros de lucha y familiares del legendario político resaltaron los valores éticos y morales de quien fuera fundador y militante del Movimiento 14 de Junio y enfrentó con denuedo la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina. 

Durante la actividad, que tuvo como escenario el Paraninfo de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el dirigente de la izquierda dominicana Iván Rodríguez; destacó que Duvergé Mejía encabezó a un grupo de jóvenes de ese  momento quienes decidieron ser los herederos de aquellos hombres de la “raza inmortal”, los cuales  arribaron al país por Maimón, Constanza y Estero Hondo, el 14 de junio de 1959.

 “Fue la juventud la que tomó en sus manos el programa y los ideales de los expedicionarios de 1959, que vinieron a liberarnos de Trujillo y decidimos ser nosotros los que empujáramos el derrumbe de esa dictadura que tenía ya 31 años  en el poder, porque el sátrapa era dueño y señor de armas, de horca y cuchillos, entendiendo que toda la República Dominicana era su finca particular”, destacó Rodríguez   

Al hablar durante el evento, Rodríguez enfatizó la necesidad de impedir el robo de la memoria histórica del país, porque es la que permite conocer la conducta de hombres como Roberto Duvergé Mejía,  a quien calificó como  el mejor ejemplo de un dominicano consciente de  su responsabilidad histórica, la cual cumplió a cabalidad desde el momento que  decidió luchar contra la dictadura hasta que supo que moriría.

Fidel Guzmán,  quien también fue compañero de lucha de Duvergé Mejía durante la guerrilla que encabezó Manolo Tavárez Justo, en 1963,  así como en la revuelta de abril de 1965, dijo que este era “profundo en el concepto y simple en la explicación; un campanero dinámico, muy activo y trabajador incansable, tanto en su labor de comandante revolucionario como de profesor de la Escuela de Peritos Contadores  y catedrático de historia UASD.” 

De su lado,  Olga Duvergé (hija menor de Duvergé Mejía) expresó que para  ella y sus hermanos cada actividad en la que participan y cada testimonio que conocen es como una escuela, una enseñanza de la cual aprenden cosas nuevas de él; tras resaltar que cuando se desempeñaba como catedrático de la UASD su progenitor cumplía a cabalidad con la docencia y ya en esos momentos permanecía más tiempo en el hogar junto con su familia.

Apuntó también que debido a la constante persecución a que sometieron a su padre los servicios de seguridad estatal, la familia cambiaba frecuentemente de residencia, estaba ausente y presente en la casa;  lo que no impidió que formara a sus hijos en valores de respeto, honestidad, integridad, seriedad y que “era una persona que se comía lo que trabajaba; a diferencia de lo que sucede hoy día, cuando predomina mucho que usted  se come lo que no se ha ganado.   

“Papá era alegre, compartía con todo el mundo, reía,  escuchaba música, hablaba de novelas y de muñequitos con nosotros.  Nos enseñaba la importancia de comprender la realidad del país, nos hablaba de eso constantemente.  Exigía a sus hijos que tenían que conocer lo que ocurriera en el país. Era sumamente humilde, nos enseñó que la persona no vale por lo que tiene, sino por lo que es”, resumió Olga Duvergé.     

Roberto Duvergé Mejía fue Profesor Meritísimo de la UASD, impartió docencia en la Escuela de Peritos Contadores y en la de Artes y Oficio,  así como en su ciudad natal El Seibo. En la etapa final del régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo Molina se integró al movimiento de resistencia clandestina en los planes conspirativos que se desarrollaron durante los años 1959 y 1960.

A propósito de la conmemoración del 30 aniversario de la muerte de ese insigne  revolucionario, la Academia Estatal Dominicana develizó un busto en su honor, frente al edificio de la Facultad de Humanidades  para honrarlo como profesor de Historia de la Primada de América, con una tarja al pie que dice: “Ejemplo revolucionario: “Ratifico mi decisión firme de seguir defendiendo los intereses de este pueblo, aunque ello lleve implícito la perdida de mi vida”. 

El panel lo integraron miembros del Comité de Homenaje, encabezado por  Iván Rodríguez, Fidel Guzmán, Petronila Dotel y Olga Duvergé, mientras que el público lo conformaron  docentes y estudiantes de las escuelas y las carreras que se imparte en la FH, quienes abarrotaron el Paraninfo Profesor Solano.

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