Imprimir esta página

JIMMY SIERRA: UN SÓLIDO INTELECTUAL UASDIANO A FAVOR DE LAS MEJORES CAUSAS RD

Viernes, 14 Septiembre 2018 15:31 Visto 31835 veces

PUBLICADO POR :

Nicauris Garcia Email Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Cuando se oye su nombre en cualquier círculo de la intelectualidad dominicana, la reverencia es obligada.


Domingo Batista

 Desde el 1960, el país conoce de su trayectoria a favor de las mejores causas del país.

Nacido en un humilde campo de El Pomier, San Cristóbal, vino a la capital para habitar los populares sectores de Villa Consuelo, Villa Juana y Ensanche La Fe, entre otros.

No hace alardes de su gran capacidad para exponer sus conceptos sobre el camino que debe trillar el ser humano en el campo social.

Su dedicatoria tenaz a los estudios, lo ha convertido en un sinpar exponente del Derecho, catedrático universitario, periodista, historiador y cineasta.
De igual modo, es un extraordinario director de teatro y productor de radio y televisión.

Puede decirse, sin ningún temor a equívocos, que su comportamiento práctico siempre ha estado en consonancia con el pensamiento progresista que preconiza.

Nunca ha estado ausente de los grandes proyectos que han servido para desarrollar el proceso cultural de avanzada en nuestro terruño.
Ha sido un protagonista de primera fila y sus conocimientos se los ha transferido a los integrantes de las nuevas generaciones.

Forma parte de la legión de luchadores culturales que dio a las masas la oportunidad de asimilar el buen arte en todas sus manifestaciones.
Nunca ha escurrido el bulto para “escaparse” y no dar la cara en los debates conceptuales del diario quehacer intelectual.

Esa responsable actitud lo llevó a ser –con el fusil en las manos-uno de los promotores de las actividades culturales comprometidas con la concientización del pueblo en armas que enfrentó al poderoso ejército de los Estados Unidos, desde el 24 de abril de 1965.

En la Zona Constitucionalista de Ciudad Nueva, organizó la Escuela de Alfabetización para que los combatientes aprendieran a leer y escribir.

Julio Samuel Sierra (Jimmy Sierra), es el entonces joven abogado salido de las aulas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) que defendió sin titubeos los Derechos Humanos pisoteados por el nefasto gobierno de los doce años (1966-1978) del déspota Joaquín Balaguer.

Antes de subir a los estrados, “El Teórico” (su simpático apodo con el que es llamado por sus amigos y relacionados) fue de los ideólogos del Club Estudiantil de Jóvenes Amantes de la Cultura, el Cejac, en 1962.

Esa fue la institución que dio paso a la aparición de los combativos clubes Mauricio Báez, San Lázaro, San Antón y muchos otros que trillaron el positivo camino de la orientación cultural, deportiva y social de la juventud a nivel nacional.

Luego, al inscribirse para alcanzar un título profesional en su muy amada Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, fue un dirigente estudiantil extraordinario, ocupando un sitial preponderante entre los líderes de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).

Los inmortales Amín Abel Hasbún, Asdrúbral Domínguez y muchos otros, eran los timoneles de esa institución.

La Guerra Patria del 65 trajo la creación del correcto Movimiento Renovador Universitario (MRU), facilitador para un cambio de la UASD que la acercara al seno del pueblo.

Como era natural, los sectores reaccionarios no aceptaban ese nuevo rumbo que demandaba el momento histórico uasdiano.

Entonces, el MRU y la FED organizaron -el nueve de febrero del 1966- una marcha hasta el Palacio Nacional en procura de que el gobierno provisional de Héctor García Godoy entregara mayor presupuesto y reconociera a sus nuevas autoridades.

Sin embargo, desalmados policías ametrallaron a esos universitarios, dejando como secuela cinco muertos, decenas de heridos y centenares de presos.

Y ahí también estuvo El Teórico Sierra.

El distinguido egresado de la UASD, al ser escogido como secretario de asuntos obreros y estudiantiles de la FED, pasó a la constitución del Movimiento Cultural Universitario (MCU).

Puede decirse que el MCU fue la organización de vanguardia en el frente cultural de la universidad durante los doce años de Balaguer.

Para Jimmy, ese es uno de los momentos estelares de su vida como dirigente estudiantil, concentrando a centenares de jóvenes intelectuales y gestores culturales progresistas.

Recuerda la emisión de programas radiales y televisivos, así como diversas publicaciones para denunciar los abusos, intolerancia y asesinatos que caracterizaban al gobierno de Balaguer en esa época.

Las poesías, cuentos y ensayos, junto a otras expresiones, fueron los instrumentos básicos para procurar el respeto a las libertades públicas y demás reivindicaciones del pueblo.

El Concurso Anual de Cuentos y Poesías, el Festival de la Cultura Popular y la Semana Dominico-Haitiana, en honor al caído luchador e intelectual de Haití, Jacques Viaud Renaud, fueron otros de los instrumentos de luchas empleadas.

Asegura que ese sentimiento está en su carne, sus huesos y sangre.

Sostiene que todo lo que hace, y siempre hará, responde al llamado de su pueblo.

Jimmy precisa que los jóvenes de la década de los años 60, pertenecientes al siglo 20, tienen el deber de impulsar las mejores ideas en el ámbito cultural.

Estimó que esa fue la generación más excitante, dramática y espectacular de la historia universal.

En ese sentido, destacó que –después de la Segunda Guerra Mundial- continuó esa conflagración a través de la denominada Guerra Fría.

Apunta que –del 1960 en adelante- se impuso el proceso de la independencia de la mayoría de los países africanos, se desarrolló la Revolución Cubana, al igual que la guerra de Vietnam.

También se hizo la Revolución Cultural China, el Mayo Francés y la Matanza de Tlatelolco, en México.

Asimismo, la política de asesinatos selectivos y los golpes de Estado por parte de la Agencia Internacional de Inteligencia (CIA) en contra de Patricio Lumumba, Ben Barka, Juan Bosch y Salvador Allende.

El Teórico empezó a hacer sus pininos en el Partido Revolucionario Social Cristiano, desarrollando posteriormente su vida política en el Partido Comunista Dominicano.

 

"Yo vengo de los barrios más pobres.  De los callejones y cañadas, y, por consecuencia, mi corazón late con el ritmo del pueblo”

Al llegar a esta parte de sus palabras, Sierra abre un paréntesis para comentar la marcha al Palacio Nacional del nueve de febrero del 1966 y que fue inmisericordemente ametrallada por la Policía.

Puso de relieve que, después de ese hecho, el gobierno de García Godoy se vio obligado a reconocer a las autoridades surgidas de la Revolución de Abril.
También forzó a que los profesores aislados por el MRU tuvieran que formar la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).

                               MARCHA 9 FEBRERO 1966


Resaltó que algunos de ellos –haciendo tributo a sus orígenes clasistas de sangre azul- no dicen UNPU, sino Unfu, lo que –de seguro- hace que los huesos del filólogo, educador y defensor del idioma español más grande del país, se revuelquen de la indignación en su tumba.

Los personajes culturales que inspiran a Sierra son –entre otros- Dante Cervantes, Víctor Hugo, Homero, Juan Bosch, Bertolt Brecht, Gabriel García Márque, Eugene O Neill, Hermann Hesse, Lina Huertmuller, Brian de Palma y Ettore Scola, Charles Aznavour, Juan Luis Guerra y Anthony Santos.

En el área política, son Amín Habel Hasbún, Narciso González (Narcisazo), Fidel Castro, José Francisco Peña Gómez, Barak Obama, Angela Merkel y Nelson Mandela.

Tiene una simpatía muy especial por el dirigente emepedeísta Máximo López Molina a quien estima como el verdadero iniciador de todo aquello con lo que se siente identificado siempre.

El es un digno egresado uasdiano que constituye un sonoro ejemplo de entrega a las causas sociales en República Dominicana.

 

Modificado por última vez en Viernes, 14 Septiembre 2018 16:08