EDITORIAL
EDITORIAL
La arquitecta de profesión Risoris Silvestre analizó las variables que determinan el espacio, materiales y ornamentación en la viviendas de la Ciudad Colonial de Santo Domingo durante el periodo 1795-1930, según las condiciones económicas y sociales de los diferentes usuarios.
Esta Universidad no podrá olvidar nunca, ni permitirá que la Nación dominicana olvide los hechos acontecidos a partir de abril de 1965, cuando un reclamo por el retorno a la constitución de 1963 y la reposición del gobierno constitucional encabezado por el destacado intelectual Juan Bosch y Gaviño, derrocado por las acciones combinadas entre los sectores más conservadores del país, jefes militares y el estímulo de los Estados Unidos de América.
Lo que inició como una exigencia cívico-militar, desembocó en unas horas en movilizaciones y enfrentamientos entre militares al servicio del grupo gobernante y los que abogaban por el retorno a la constitución, a los cuales se unieron ciudadanos y ciudadanas comunes, quienes con gran arrojo y sin preparación militar ni armas convencionales, se lanzaron a las calles a luchar, iniciándose así la llamada Guerra de Abril.
El giro dado al designado desde el principio como movimiento constitucionalista tuvo lugar cuatro días después, con el inicio del desembarco de 42 mil marines de los Estados Unidos de América, el 28 de abril de 1965. El enfrentamiento militar inicial se tornó Guerra Patria en defensa del territorio mancillado. Aun tratándose del ejército más poderoso del mundo, no pudieron vencer a los criollos y hubo de resolverse el conflicto a través de la negociación.
Esa Gesta Patriótica dio a la Universidad Autónoma de Santo Domingo su carácter actual, ya que en el fragor de la misma se constituyó el Movimiento Renovador Universitario, que la transformó de una universidad de élites conservadoras en una universidad abierta y democrática, que se constituye hoy en la principal puerta de movilidad social con que cuenta la Nación.
Es la UASD, lo han señalado muchos estudiosos de la historia, el producto más concreto de la Gesta de Abril de 1965. Están ahí los frutos de ese aporte en sacrificios y sangre hecho por los hombres y mujeres de todas las clases sociales que participaron en ese movimiento revolucionario, que aunque inconcluso en muchos de sus propósitos, puede destacar el logro de 51 años de contribuciones a la expresión libre del pensamiento, a la defensa de la libertad, al respeto a la diversidad, a la formación de los recursos humanos que ha requerido el país durante esos años.
En el año 2015 la UASD desarrolló el programa de actividades más completo llevado a cabo para conmemorar los 50 años de la Gesta Patriótica de Abril. En este 2016 y cada año por venir, la UASD manifiesta y manifestará su reconocimiento y respeto profundo por quienes le dieron el perfil expresado en su misión, de ser un ente público que contribuya efectivamente a la formación de una conciencia colectiva basada en valores.
La UASD debe a la Gesta de Abril su condición de ente promotor del pensamiento libre, de impulsora de acciones en defensa de la soberanía nacional, de los recursos naturales, de la cultura.
Por la definición dada a la Universidad como institución al servicio de la nación, puede presentar hoy el mayor número de graduados universitarios, el mayor número de carreras, incluyendo algunas consideradas como vitales para el desarrollo del país y que solo se ofrecen en ella.
¡Loor a los hombres y mujeres de Abril. Reconocimiento a sus contribuciones para hacer la Universidad Autónoma de Santo Domingo la más grande y significativa universidad de la República Dominicana!
Con motivo de las elecciones generales que se celebrarán este domingo, 15 de mayo de 2016, les expreso mi deseo de que cada uno de nosotros los universitarios, en condiciones de docentes, estudiantes y empleados, participemos activamente en este certamen democrático y acudamos al mismo mostrando respeto a la diversidad de opiniones, para que el proceso transcurra en forma pacífica y constituya un impulso al desarrollo institucional y un puntal para el fortalecimiento de la democracia, la libertad y la justicia y la paz.
Ya hemos tomado la decisión de concluir las labores docentes y administrativas este jueves, 12 de mayo a las 10:00 p.m. para facilitar la participación de los universitarios y universitarias en las elecciones nacionales en sus condiciones de votantes, funcionaros de colegios electorales y delegados, así como para permitir el uso de algunos Recintos, Centros y Subcentros Universitarios que tradicionalmente se habilitan como colegios electorales.
Las labores administrativas se reiniciarán el lunes 16 de mayo de 2016 y las actividades docentes el martes 17.
Participemos activamente en el cumplimiento del deber ciudadano que constituyen las elecciones y contribuyamos a que en las mismas prevalezca la serenidad, el buen juicio y la tolerancia, actitudes con las cuales nuestro país podrá dar un nuevo ejemplo de civilidad y madurez política.
Dr. Iván Grullón Fernández
Rector
Cada número de El Universitario trae a sus lectores muestras de la diversidad de acciones que desarrolla la Academia. Muchas veces resulta retador el decidir cuál de las noticias del periódico debe ocupar una que otra página. Ya hemos llegado al convencimiento de que no importa la posición que ocupe una información en el periódico, su trascendencia la lleva a ser motivo de comentarios positivos por quienes reciben este medio de comunicación regularmente.
Hay cosas habituales que la Universidad hace por su compromiso con los más altos valores nacionales, como son las conmemoraciones de fechas patrias o las que realiza para mantener viva la memoria de héroes y heroínas de la patria.
Hay otras que nos sorprenden por sus buenos significados y trascendencia. Son informaciones que hinchan de orgullo el pecho de los Uasdianos y Uasdianas, porque demuestran que como esta Universidad Autónoma de Santo Domingo, no hay otro centro de educación superior que en la República Dominicana aporte más a la ciencia, a la cultura, al patriotismo. En este número de El Universitario se recogen dos hechos de gran trascendencia. Uno, la celebración exitosa de dos congresos sobre Comunicación Social que unieron a las siete escuelas de Comunicación Social del país, afiliadas a la Asociación Dominicana de Escuelas de Comunicación Social (ADECOM), y las principales organizaciones profesionales de este campo. Fue un festival del conocimiento que contó con destacados expertos nacionales e internacionales.
Con la asistencia de delegaciones internacionales y una amplia concurrencia de profesionales y estudiantes del país, el Aula Magna de la Universidad se convirtió en el punto de encuentro que permitió la exposición de experiencias profesionales y planteamientos teóricos que exploran y tratan de iluminar el camino futuro del ejercicio de la Comunicación Social en el mundo.
El otro agradable y significativo contenido es el que se refiere al trabajo científico encabezado por el Maestro Quírico Castillo, con estudios doctorales, y parte del equipo del Instituto de Química de nuestra Facultad de Ciencias. Informar al país de que con el trabajo tesonero de cinco años y haciendo provecho de los recursos ganados de forma competitiva en el marco de los llamados a presentar propuestas del Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología (Mescyt), la Universidad figura hoy dando su nombre a importantes moléculas de origen vegetal que prometen convertirse en elementos componentes de las respuestas que el mundo espera para combatir ese flagelo de la humanidad que es el cáncer.
La UASD produce mucho, en la formación del talento que requieren las diversas áreas de la vida nacional; en la generación de conocimientos, y en la preservación y difusión de los valores más auténticos de la nación, en un trabajo de extensión que cubre todo el territorio nacional, y más allá.
Reclamaremos incesantemente un mayor apoyo del Estado Dominicano, a través del gobierno y el Congreso Nacional, para que la UASD pueda cumplir adecuadamente con sus funciones, garantizando así la educación y las posibilidades de movilidad social de los sectores menos favorecidos de la nación.
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Los dominicanos siempre nos hemos sentido orgullosos de contar con la Universidad más antigua erigida por los españoles en el Nuevo Mundo, la Real y Pontificia Universidad Autónoma de Santo Domingo, fundada el 28 de octubre de 1538 mediante la Bula In Apostulatus Culmine del Papa Pablo III. La fundación de la UASD ocurrió doce años antes de que fueran fundadas las universidades de San Marcos de Lima y la de México. A pesar de ello, esas dos casas de altos estudios en ocasiones les han disputado a la UASD el honor de su primacía bajo el alegato de que merecían mayor rango que aquella. Las universidades no existen en un vacío social, ni en un mundo de abstracciones. El mundo que las rodea está llenó de fuerzas dinámicas que influyen directa o indirectamente sobre las tareas y operaciones de las casas de altos estudios y, en último extremo, determinan su importancia, alcance y viabilidad. Como es dado observar, nuestra tradición universitaria arranca desde los primeros tiempos de la colonización de América. La UASD siempre ha sido parte de la agitada vida política de la nación dominicana.
La UASD es más vieja que la República Mediante la firma del Tratado de Basilea de 1795, España le cedió a Francia la parte española de la Isla de Santo Domingo, lo que ocasionó el cese temporal de las operaciones de la Universidad fundada dos siglos y medio antes. Realizada la reconquista de la parte española de la isla, la Universidad de Santo Domingo abrió de nuevo sus puertas, esa vez bajo el rectorado del doctor José Núñez de Cáceres. En 1823, la UASD vuelve a cerrarse por obra de la dominación haitiana. Después de la fundación de la República, en febrero de 1844, el presidente Pedro Santana promulga la Ley que restablece la antigua Universidad pero la misma no llegó a ejecutarse. Dos hechos de importancia capital para el desarrollo de la educación tuvieron lugar en el año 1880: la creación de un Instituto Profesional, bajo el rectorado del Arzobispo Fernando Arturo de Meriño y la Escuela Normal fundada por el insigne patriota puertorriqueño Eugenio María de Hostos. Pero, no fue hasta noviembre de 1914 que, por Decreto del Presidente Ramón Báez, el Instituto Profesional quedó transformado y constituido en Universidad de Santo Domingo.
La Confederación de partidos políticos que postuló al general Rafael Leónidas Trujillo Molina como presidente de la República en las elecciones celebradas en mayo de 1930 adoptó para la realización de su campaña electoral un programa que, en lo relativo a la educación pública declaraba: “llevar a la Instrucción Pública en sus aspectos de Instrucción Primaria, al máximo desarrollo dentro de las condiciones económicas del Estado; establecer escuelas de Arte y Oficios; dar a la educación pública un sentido utilitario y nacionalista con miras a obtener que cada estudiante salga de las escuelas preparado convenientemente para ser un factor de producción, y, en consecuencia, un factor para afianzar la independencia nacional; dotar de un grado de autonomía la enseñanza universitaria, de tal modo, que los cargos del personal docente se provean por oposición; y dar al libro dominicano la más decidida y eficaz ayuda”. Casi un siglo ha pasado desde entonces sin que hayamos podido alcanzar todas esas metas.
Fuente: hoy.com.do
Libros Adquiridos en la Biblioteca Pedro Mir de Marzo a Abril de 2016
Dirección de los Servicios Bibliográficos
Prof. Onavis Cabrera
Esta política de cooperación académica horizontal, toma como prioridad institucional, las políticas de desarrollo de las actividades universitarias a niveles locales y regionalesSu intención es complementar, armonizar y extender la dimensión local no dominante. Si esta certidumbre fundamental, no se respeta o no se cumple, hay muchas posibilidades de que la internacionalización se vea como una agenda hegemónica o de homogenización.