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Seis nuevas moléculas anticancerígenas llevan el nombre de la Universidad (UasdlabdaLOSn UASDoLABsDAN OSA-F)

Sábado, 07 Mayo 2016 01:47 Visto 5115 veces

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COMO EVIDENCIA DE LOS APORTES QUE HACE LA ACADEMIA A LA CIENCIA

Apegada a las líneas de indagación y demandas del mundo de hoy, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) da fiel cumplimento a su mandato de ser abierta, democrática, y sobre todo, dedicada a la investigación.

Los UASDLabdanos, son seis moléculas nuevas en la literatura química, las que orgullosamente llevan el nombre de nuestra universidad (Uasdlabdanos A-F). Fueron descubiertas por el profesor Quírico Castillo, quien es investigador del Instituto de química (Facultad de Ciencias) de la UASD.

Nuestra universidad, con el objetivo de seguir aportando a la línea de investigación sobre el cáncer, identifica nuevas sustan­cias naturales que dan respuesta a un fenómeno que ha tenido tan­ta actividad en la tasa de morta­lidad del planeta tierra.

En ese sentido, un equipo di­rigido por el investigador y maes­tro Quírico Castillo, PhD, del Instituto de Química de la Fa­cultad de Ciencias, descubrió seis moléculas nunca antes reporta­das en la literatura química, esto como parte de las investigacio­nes que durante cinco años ha estado llevando a cabo sobre la flora dominicana, especialmen­te, las plantas pertenecientes a la familia botánica Asteraceae, de la cual se han aislado molé­culas con gran actividad anti­cancerígena.

El equipo de investigadores analizó sobre seis líneas celula­res provenientes de tumores sóli­dos humanos de cuatro tipos di­ferentes de cáncer, (mama, pul­món, cérvix y colon), la activi­dad antineoplásica que dichas sustancias ejercían sobre estos.

El proyecto, financiado por el programa FONDOCYT del Ministerio de Educación Supe­rior Ciencia y Tecnología (MES­CYT), tiene como objetivo ex­plorar especies endémicas y na­tivas de la familia Asteraceae en busca de plantas que presenten buena actividad anticancerígena. De entre las aproximadamente 350 especies de esta familia pre­sentes en nuestra isla, el equipo ya ha estudiado preliminarmen­te cerca de 40.

El maestro Castillo confir­mó que de la especie endémi­ca dominicana Eupatorium ob­tusissmum, colectada en el mu­nicipio Cabrera, de la provincia María Trinidad Sánchez, se consi­guieron aislar e identificar las seis nuevas moléculas, a las que su des­cubridor nombró como Uasdlab­danos A-F, para resaltar el trabajo que día a día hace en la universi­dad más vieja del nuevo mundo. Los labdanos, de los que se cono­cen hoy en día más de 7,000 dis­tintas moléculas, son un tipo de sustancias de origen natural, per­tenecientes a un grupo amplio co­nocido como diterpenos, los que se caracterizan por tener al me­nos 20 átomos de carbono. Este hallazgo viene no sólo a engro­sar el conocimiento general de la humanidad, sino que también contribuye al desarrollo científi­co del personal de nuestra univer­sidad y la posiciona como la ins­titución de educación superior más prolífica en la producción científica en esa materia.

Castillo explicó cómo surge en él la preocupación por encon­trar nuevas moléculas que tuvie­sen actividades anticancerígenas con el propósito de lograr un me­dicamento que combata esta en­fermedad, que cada año es diag­nosticada en aproximadamen­te 13 mil dominicanos, y a cau­sa de la cual a nivel mundial, ca­da año se registran cerca de 600 mil defunciones como consecuen­cia del cáncer mamario, mientras que en muchos países del tercer mundo, el cáncer de cérvix es la primera causa de mortalidad en­tre las mujeres.

Resaltó que a pesar de que sería un éxito si se lograra con­vertir alguna sustancia en medi­camento, la investigación fito­química, es decir, el aislamien­to e identificación de produc­tos naturales, en la mayoría de los casos no tiene como obje­tivo conseguir los medicamen­tos única y exclusivamente de las plantas sino, crear nuevos conocimientos, lo cual es el objetivo general de la ciencia.

Además, dijo que aparte de estas seis nuevas moléculas, ha encontrado al menos dos más de otra especie endémica, las que oportunamente dará a conocer.

Los tipos de cáncer que pre­valecen en el caso de las mu­jeres, son el cervicoúterino y el de mamas. En el caso de los hombres, los cánceres más co­munes son el cáncer de prósta­ta, el de pulmón, el de cabeza y el de cuello.

“Lo más interesante de este tipo de proyecto es que nos per­mite, no sólo involucrar a pro­fesionales del área, sino tam­bién a estudiantes, dándoles la oportunidad de que desarrollen sus conocimientos y que descu­bran nuevas cosas”, explicó el especialista.

Así mismo, expresó que, inde­pendientemente de los beneficios económicos que pueda generar el descubrimiento de un medi­camento con una mejor efecti­vidad de los que ya tiene el mer­cado farmacéutico para contra­rrestar el cáncer en sus diferen­tes vertientes, lo más reconfor­tante para quienes se dedican a la búsqueda, es que con esto se podrían salvar millones de vidas.

Esta investigación forma par­te de las líneas definidas por la Dirección General de Investi­gaciones Científicas y Tecnoló­gicas de la UASD, que se cons­truyen en armonía con el Plan Estratégico Nacional.

 

SOBRE LA INVESTIGACIÓN

La investigación fue realizada conjuntamente con un equipo multidisciplinario de varias universidades extranje­ras. Entre los integrantes de este equipo destacó al doc­tor José Manuel Padrón, del laboratoriao BioLab de la Uni­versidad de La Laguna, en Tenerife, España; a los docto­res Jorge Triana y José Luis Eiroa Martínez de la Univer­sidad de Las Palmas de Gran Canaria, España; y también, colaboradores de La universidad McMaster en Canadá, de la University of South Florida, en Tampa, Florida, Esta­dos Unidos; y de la Universidad de Nevada en Las Vegas.

Las especie Eupatorium obtusissmum fue recolectada en noviembre de 2010, en el municipio Cabrera, provincia María Trinidad Sánchez, República Dominicana.

Para que una sustancia química llegue a convertirse en un medicamento debe de pasar por cinco etapas. La pri­mera etapa se lleva a cabo sobre líneas celulares, ésta se hace in vitro, es decir, se coloca sobre células canceríge­nas que se cultivan específicamente con ese fin.

Una vez la molécula muestre una buena actividad an­ticancerígena, pasa a la segunda etapa, llamada toxico­lógica. En esta, se crea de manera artificial un cáncer a ciertos animales, por lo general a ratas, monos o perros, para colocarle las moléculas.

En la tercera etapa o etapa clínica, entra la participa­ción de seres humanos. Consta de tres fases en donde por lo menos una de ellas se encuentra conformada só­lo por sujetos enfermos.

En la actualidad, el doctor Castillo se encuentra reali­zando la investigación en cuatro plantas que tienen muy buena actividad biológica anticancerígena. Todas estas son pertenecientes a la familia botánica Asteraceae, y pueden ser encontradas en el país.